En la escuela que estudié nunca nos obligaron a leer El Quijote o Cien años de soledad o La Iliada; y en verdad no sé si lo agradezco, pero de algo de lo que sí estoy seguro es de que la falta de esos clásicos alimentó mis necesidades lectoras. El primer encuentro con La Ilíada fue en una edición de Norma de la cual no haré publicidad, pero que en verdad es buenísima para adentrarse en los mitos griegos. Al Quijote lo conocí (o al menos me enteré de más o menos de su historia) en una adaptación infantil; corta, contundente y bien escrita.
Pues bien, hace casi un año que dos libros de recorrido llegaron a la biblioteca: Romeo y Julieta/ Ana Frank, de la editorial Vicens Vivens.
Las portadas de los libros estaban bastante bien pensadas; los colores elegidos para cada una, la tipografía y las ilustraciones interiores dejan ver que detrás de estos libros hay un trabajo editorial llevado de la mano con el buen gusto. Ambos son adaptaciones enfocadas al público escolar e interesados en la investigación de los temas tratados en estos. Sin embargo, no todo es perfección, y acá te lo cuento.
Romeo y Julieta: Podría considerarse una edición práctica y de bolsillo; inicia con una detallada biografía de William Shakespeare y de algunas de sus obras más importantes teniendo como principio la historia de los enamorados italianos. Después, en versos exquisitos de J.M. Jauma el ‘canto’ va tomando forma. El libro finaliza con análisis y glosario.
Si hubo algo que en realidad creo que puede cambiarse para ediciones posteriores son las anotaciones a pie de página; en ocasiones me sacaban de la lectura.
JULIETA. ¿Cómo has entrado, dime, y para qué?
Estos muros son altos, peligrosos,
y este lugar, tu muerte, siendo el que eres,
si te descubren aquí mis parientes.
ROMEO. Con alas del amor salté este muro;
jamás la piedra detendrá al amor,
pues todo lo que él puede, oso intentarlo:
así que no me asustan tus parientes.
(Pág. 42, versos 60, 65 y 70)
Ana Frank: La edición es de un tamaño perfecto para leer en contextos escolares y bibliotecarios; inicia con el triunfo del nacional socialismo (Nazismo) en Alemania en una ilustración que recuerda al claroscuro que, entre otras cosas, logró meterme en el ambiente; la preocupación de la familia de Ana por el triunfo de Hitler, sus discursos y los frecuentes ataques de la GESTAPO a negocios judíos. A pesar de todo, Ana lleva un diario donde narra todo lo que va sucediendo, pero este no es lo importante en esta edición, aquí se cuenta la historia en un contexto completo.
El diario de Ana Frank es, indiscutiblemente, una joya literaria. Sin embargo, puede que para un lector inicial o de educación primaria, leerlo resulte confuso por los hilos sueltos que se dejan en este y que, a veces, algunos hechos no guardan mucha relación con los otros. Por el contrario, en esta adaptación ilustraciones a todo color y contextualizadas brindan la correcta historicidad para entender.
El libro termina con un reconteo de las memorias del pueblo judío y láminas biográficas con las respectivas fotos de los personajes de la historia.
A este libro no tengo nada que criticarle, vaya edición eeeh, una vaina estructurada.
Encendieron la luz y colocaron un trapo sobre la pantalla de la lámpara, con lo que la penumbra parecía ampliar los ruidos lejanos y sumirlos en una burbuja de miedo. Los ocho estuvieron callados y sin moverse más de una hora. Y, en efecto, a las once se oyeron pasos abajo, en las oficinas, en el descansillo, junto a la puerta giratoria. Fue un instante interminable, hasta que las temibles pisadas se alejaron. ¿Había pasado el peligro?
(Pág. 84, fragmento)