Se han cumplido casi 100 días desde que el gobierno del presidente Duque tomó posesión y por consiguiente, se hace inevitable realizar el balance de lo que ha sido hasta ahora su gestión. Una manera de hacer esta tarea es plantear lo que han sido las principales características de sus actividades hasta el momento, con el fin de delimitar sus indiscutibles retos. Obviamente, esta es una visión con un alto contenido de subjetividad, pero con el espíritu de plantearle algunos elementos al gobierno, si los quiere escuchar.
SUS CARACTERÍSTICAS
Los primeros meses de una administración dan una pauta de cómo será el perfil de todo el gobierno, a menos que su cabeza tenga la humildad necesaria para escuchar observaciones y así corregir el rumbo. Nada más grave en una sociedad tan compleja como la colombiana, que el triunfalismo de sus funcionarios. Triunfalismo que se puede agravar por su prepotencia. Dicho lo anterior, se expone que este gobierno se ha caracterizado por:
- Mucha micro-gerencia sin norte definido, sin un gran mensaje. Todo presidente que no quiera enredarse con tanto problema debe fijar una meta como la seguridad democrática de Uribe y la paz de Santos, solo por citar dos ejemplos. Hasta ahora, hay consenso sobre la falta de ese gran mensaje.
- La paz y el posconflicto en la nevera y con poco futuro. Poco se le ha escuchado al gobierno hablar de paz. Ahora llaman al posconflicto "la estabilización". Un viraje muy preocupante.
- La tierra rural y su concentración no se toca. En este tema no solo se visualiza claramente que la tierra es intocable, sino que además se han nombrado personas que vienen de los sectores que se beneficiaron del desplazamiento y que aún manejan sistemas feudales.
- Mucho intento fallido. En estos primeros meses se ha observado poco manejo de la economía política de sus propuestas. Esto ha llevado a fracasos que le han quitado credibilidad al gobierno. Por ejemplo:
- Corrupción. El ejemplo más evidente es haber perdido su primer esfuerzo de concertación nacional al no impulsar realmente su tránsito en el Congreso.
- Orden público. Se le está saliendo de las manos al gobierno, porque no le da continuidad a los temas e ignora la negociación política que no es necesariamente mermelada.
- Dosis personal. Tanta bulla para nada y no reconoce su fracaso.
- Reforma Tributaria. Tuvo que cambiarle el nombre a Ley de Financiamiento ante la oposición a la primera. Pero si no escuchan esta nueva Ley será otro intento fallido.
- Resolver la crisis de la educación superior. Se subestimó la dimensión de esta crisis y el poder de convocatoria de los estudiantes. No les funcionó el principio de "divide y reinaras", ni el de creer que solo con recursos adicionales se controlaba la situación. Ingenuidad política.
- Sí hay mermelada. Está tomando otras formas y ahora se llama nombramientos.
- En el servicio diplomático se ofrecen recompensas a sus apoyos políticos y para sacar del debate nacional a personajes problemáticos pero leales.
- En posiciones nacionales para neutralizar temas del Acuerdo de Paz.
SUS RETOS
Los primeros meses de cualquier gobierno generalmente se caracterizan por tener más debilidades que aciertos. El éxito al final depende de su capacidad de ajustarse y sobre todo de ser coherente con su gran mensaje, cuando lo tiene. Por ello, su principal reto es:
- Definir el gran mensaje que llevará su gobierno a la historia. Esta es una tarea del presidente que debe tener el tiempo para entenderse a sí mismo y ver no solo lo que considera que debe ser su prioridad, sino su capacidad real de cumplirlo. Obvio, este ejercicio debería hacerse antes de sentarse en la silla presidencial y debería haber sido eje de su campaña, pero nunca es tarde. Peor es no tenerlo.
- Menos Gobierno Magazín. La promoción de su famosa economía naranja se está rodeando de demasiados artistas que ni siquiera se reconocen como muestras de este tipo de economía, como lo dijo Carlos Vives en la criticada intervención del presidente Duque en el Foro de Microempresarios en Barranquilla.
- Menos lugares comunes en los discursos presidenciales, más preparación y menos informalidad en sus presentaciones, presidente Duque. No le quite majestad a la presidencia.
- El Acuerdo final, no puede seguir ausente en las prioridades del gobierno. El costo nacional puede que no se mida, porque están en el poder quienes no lo apoyaron, pero el costo internacional puede ser inmenso.
De esta manera con las características y los retos expuestos en este artículo, se espera contribuir a que al gobierno del presidente Duque le vaya bien, porque es el país y todos y cada uno de los colombianos, los que sufriremos las consecuencias de que esto no suceda.
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