Al terminar cada año las discusiones sobre el salario mínimo se hacen latentes, generan posiciones contrarias, críticas desde diversos sectores del país y un malestar cada vez más grande entre los trabajadores, a sabiendas que los únicos beneficiados son los empresarios y el gobierno que sin más palabras resultan siendo los mismos.
El presidente anuncio para el próximo año un aumento del 6% en el salario mínimo y un 10% en el subsidio de transporte que sumados generan una suma de $925.148, la más alta para los registros oficiales basados en la inflación como lo indico la ministra de trabajo. Es decir, el aumento del salario mínimo según cifras del DANE esta 2,73% por encima de la inflación. La cuestión radica en conocer realmente si la inflación corresponde a la realidad basado en el aumento generalizado de los precios que dentro de un corto periodo de tiempo hemos que tenido que vivir los colombianos como el de telefonía y transportes.
En el año 2017 según el DANE sin incluir servicios ni vivienda el costo de una canasta básica familiar para 4 personas rondaba entre $290.000 y 330.000, cifra irreal para cualquier colombiano dentro de su diario vivir, cada uno sacara conclusiones desde su realidad inmediata. Ahora, si agrega gastos de vivienda, servicios y dentro de esta recreación la suma bien podría elevarse considerablemente si tenemos en cuenta la subida generalizada de precios en varios productos en lo que ha sido el año 2018. Pero esto no esta lejos de terminar; con el aumento del salario mínimo vienen incrementos que dentro del ámbito de corrupción en el que estamos no pinta un panorama alentador. El SOAT, los comparendos de tránsito (con su auge en ciertos meses como diciembre), los servicios de grúa, los servicios notariales, las cuotas moderadoras de la EPS, etc.
Mi invitación es a que usted como trabajador saque sus propias conclusiones.