A pesar del gran impacto y afectación que ha alcanzado la Pandemia del Covid- 19 particularmente refiriéndonos en el país, en donde se ha golpeado históricamente la ocupación laboral, los crudos números económicos, el golpe a las exportaciones, la bancarrota en los negocios del perfil de restaurantes, salones de belleza, bares, gimnasios y por supuesto la cifras de fallecidos que a la fecha ya ha superado los 1000 muertos. Frente a esta cruda realidad, pareciera que las cosas hoy se están volviendo increíblemente paisaje. ¿Qué quiero decir con esto? , que el gran interés manifestando en un inicio por la opinión y claro por el ciudadano de a pie, en cascada se ha venido perdiendo, por ejemplo: los grandes ratings de sintonía alcanzados en los noticieros en el inicio de la emergencia sanitaria se han reducido según mediciones recientes, llegaron a marcar 13 puntos y ahora no pasan los limites de 9 y hay que dejar en claro y reconocer que en el caso de este género, tanto la calidad y esfuerzo periodístico ha sido una constante.
Aquí la ecuación tiende a cambiar y habría que mirar la razón esencial, sin duda el porcentaje de frustración que ha dejado en el colombiano común y corriente el hecho de no lograr ser beneficiado como lo ha prometido el gobierno en cuanto a las ayudas que se anuncian y los programa especiales surgidos por la crisis. Las quejas por los altos costos del servicio de energía que se han triplicado en algunos casos, a los normales en hogares o modestos pero dinámicos negocios , también la poca receptividad hacia pequeños y medianos empresarios de los bancos y entidades financieras al pedir los créditos en esta emergencia, los episodios de corrupción denunciados por las entidades de control y fiscalización que han desnudado sobre-costos intencionados y manipulación de los dineros sagrados asignados a la emergencia, etc.
Pero el fenómeno mediático de crecimiento de audiencia también aplicó en su momento en las redes sociales, expertos consideraron que en el caso del WhatsApp se presento un incremente del 68 % de consumo en Facebook, Instagram un 59 % la demanda de plataformas como Netflix, Amazon superaron fácilmente el 50%, todo de influencia directa e indirecta por la crisis mundial en salud pública que se centró en el brote de la pandemia del Covid-19. En redes sociales abunda hoy el Fake News sobre el Coronavirus, que van desde audios para que los ciudadanos no se hagan las prueba porque con un discurso de máxima ignorancia, afirman que tiene efectos nocivos y perversos, remedios caseros, hasta medicamentos clásicos y versiones encontradas de profesionales de la salud de todo el mundo sobre la forma más eficaz para atacar la enfermedad. Igualmente discursos con tinte político sobre los intereses de potencias y líderes mundiales alrededor de esta crisis de salud pública.
En el país, a todo lo anterior, un verdadero coctel de información se suman entre otras, como si fuera poco, los contenidos sobre normas de prevención, horarios para salir en cuarentena, la pedagogía para el uso del tapa bocas, medidas a seguir a nivel nacional, locales, regionales, los formularios como requisito y luego el reversazo de ya no es obligatorio, se han convertido en el plato de cada día y han saturado al colombiano en medio de sus desespero, porque la situación de su bolsillo acabó con la fe y la esperanza, o sencillamente lo llevó hoy a la conformidad total.
Y aún hay más “Prevención y acción” el programa de tv del Presidente Duque entre las 6.00 y 7:00 de la noche que inicio con fuerza y donde mostró a un mandatario diferente con lenguaje apropiado e información oficial sobre medidas a granel y que en su primera fase fue bien visto por los colombianos, tanto así que ayudo a incrementar la aceptación e imagen del Presidente en las encuestas, ósea que lo disparo en popularidad, ha entrado en un deterioro evidente: es visto hoy como un magacín que repite libreto en cada salida al aire, hay desgaste en el formato a ritmo de brote de pandemia y que de no dar un giro en su realización y la realidad de lo que se promete en el set de Palacio de Nariño afectará no solo la imagen del mandatario Duque, sino que a la vez empujará a la opinión, hacia la incredulidad de todo lo que se está haciendo para combatir el Covid – 19, que todavía no ha llegado al pico y donde los colombianos tendremos que vivir en máxima intensidad en lo que falta de junio y julio según epidemiólogos que analizan el comportamiento en América Latina donde se centra la atención de la crisis.
Razón tiene un ciudadano que guardando el distanciamiento simplemente me dijo hace poco días… ¡Esta pandemia ya me sabe a cacho!
