Tome una cucharada de bajo crecimiento, dos de destrucción de empleo y alta informalidad, agregue aumento del dólar en exceso y reforma laboral al gusto y obtendrá como resultado una mezcla explosiva, a punto de estallar.
A pesar de la propaganda oficial, los hechos son tozudos y demuestran que lo único que hace que la estantería no colapse definitivamente son las remesas y el petróleo. ¿Cuánto durará? Según los datos del Dane, durante el mes de agosto de este año se destruyeron 562.000 ocupaciones que existían y además 391.000 personas se sumaron al desempleo. Si la situación no es más dramática es porque los inactivos, que no son considerados desempleados, aumentaron en 671.000 personas, ¡en un solo mes!
Adicionalmente, el precio del dólar por encima de $ 3.500 no es una buena noticia, pues a pesar de la pérdida del valor del peso en 12,5 % el último año, las exportaciones cayeron 3,8 %. Frente a este hecho, la viceministra de Comercio, Laura Valdivieso, afirmó que la explicación era la caída en la demanda de países como Estados Unidos. No obstante, al revisar las cifras de consumo de los hogares de ese país, durante 2019 ha crecido en promedio 2,9 %, mientras las exportaciones no tradicionales de Colombia cayeron 1 %. En el mismo sentido, el ministro Carrasquilla dice que el aumento del dólar tendrá como resultado más ingreso para el gobierno por las exportaciones de petróleo, pero no dice una palabra sobre la caída en los precios de USD 66/barril en sus predicciones para 2019 a USD 57/barril en la actualidad. Así las cosas, el país perdería $ 420.000 millones de ingresos por cada dólar que caiga el precio del petróleo.
Los 5 países más competitivos del planeta y con mayor productividad del trabajo,
tienen salarios casi 10 veces más alto
que el salario promedio colombiano
Como si no fuera suficiente, Fenalco y algunos compinches del Consejo Gremial andan obsesionados con la idea de que las empresas no funcionan porque las prestaciones sociales de sus trabajadores son muy altas. Quieren imitar el esclavismo del modelo Rappi (los empresarios del año), desconociendo que la única posibilidad de crecimiento estable de la economía es haciendo que sus empleados ganen más para que consuman más. Lo que no dicen es que los 5 países más competitivos del planeta y con mayor productividad del trabajo, tienen salarios casi 10 veces más alto que el salario promedio colombiano y 48 veces más alto que el del promedio de los países menos competitivos del planeta. Si el propósito es llevar a Colombia al nivel de Chad, lo están haciendo muy bien.
La economía colombiana podría estar mejor, sin dudarlo. Las posibilidades de crecimiento económico son altas, con una fuerza de trabajo joven que si se capacita puede ocuparse en la producción de bienes de alto valor. Pero la receta de vender aguacates para comprar iPhone 11 provoca un déficit en las cuentas externas del país muy alto, que se está volviendo imposible cubrir. En definitiva, la mezcla explosiva de dependencia exterior y ataque a los empresarios nacionales fracasó y los cocineros no quieren aceptarlo. Toca reemplazarlos antes de que sea muy tarde.
Twitter: @mariovalencia0