Falta poco para que se cumpla un año de la primera visita de la vicepresidenta Francia Márquez a África y ya se cumplieron cinco meses de la segunda. Viajes en los que la caucana tuvo la oportunidad de recorrer países como Etiopía, Kenia, Sudáfrica y Ghana y en los que llevó a cabo una estrategia para fortalecer las relaciones diplomáticas y abrir espacios de cooperación. Objetivo que se había trazado desde la campaña con el presidente Gustavo Petro, quien, como ella, tenía como prioridad el continente “de donde provenimos”.
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Esas visitas terminaron resultando bastante fructíferas, puesto que después de lograr poner a tres funcionarios de su cuerda como Daniel Garcés, María del Rosario Mina y Pedro Cortés en las Embajadas de Ghana, Sudáfrica y Kenia, la vicepresidenta logró llegar a acuerdos para la creación de dos nuevas Embajadas en el continente africano. Una es la de Etiopia, que aún está pendiente por ser inaugurada y la otra es la de Senegal, país cuyas cuestiones eran atendidas desde Ghana por Daniel Garcés y que a partir de ahora tendrá un embajador en propiedad, quien, al igual que los ya mencionados, es una lideresa del movimiento afro.
La elegida para llegar al país de África Occidental fue la trabajadora social Claudia Mosquera Rosero, quien además de ser profesora de la Universidad Nacional, le ha dedicado su vida a causas sociales desde entidades como la Fundación Panamericana Para el Desarrollo (FUPAD), ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre muchas otras. Gran parte de su trabajo trata temas como la igualdad racial, el racismo y las dificultades que tienen las personas racializadas en Colombia y América Latina.
Lejos de África, la Cancillería también está preparando la apertura de dos nuevas Embajadas en Europa, una en República Checa y otra en Rumania.
