El encuentro no se hace esperar. La fauna sale a nuestro paso en todo su esplendor. la chalupa que nos conduce hace volar las aves que apreciamos en su magnificencia. Es la ciénaga en plena recuperación luego del daño infringido y corregido por la vía Santa Marta-Barranquilla en años pasados. La naturaleza tiene el poder de reverdecer —en el amplio sentido de la palabra— total, con la ayuda que dieron empleados del Inderena en extensas jornadas resembrando mangle, como lo hizo una de nuestras acompañantes en esta expedición fotográfica.
- Antes de partir los niños nos acompañan en su picardía
- Los pescadores caminan al encuentro del camarón, compartiendo con otra fauna su alimento vital.
- Los de peces hacen patria con el tricolor nacional en el borde de su chalupa, nadie los obliga.
- El concurso en belleza es entre mano, rostro y ned (red).
- Los de jaiba “hacen trampa” para alimentar su familia.
- Las bandadas multitudinarias de pato cuervo atestiguan la riqueza en alimento que mangle y ciénaga producen en su perpetua recuperación.
- Y queda para tu disfrute, querido lector, la biodiversidad de aves testimonio claro de que “si es posible”.
Para cerrar disculpen mi sesgo, no lo resisto: así como la naturaleza, el ser humano puede “reverdecer” si se lo propone.