La masonería sionista criminal, que es lo mismo que decir la casa Windsor-Rothschild y sus agentes en el este y el oeste, está preparando otra gran guerra “controlada” con un final pactado de antemano. Una guerra con muchos frentes, uno de ellos confrontaría la China poscomunista con el Occidente gnóstico precomunista. Los líderes títeres del Reino Unido y Australia (la nueva dictadura covidiana o cárcel modelo de las futuras prisiones liberales occidentales) fingen alarmarse por el expansionismo chino en el Pacífico y su propósito de anexionarse a Taiwán, como si la isla no les hubiera sido ya graciosamente otorgada por los Windsor-Rothschild; (adviértase que el apéndice Windsor está a punto de ser liquidado por los sionistas jázaros cada vez más incómodos con sus vasallos gentiles). La masonería está planeando esta guerra de la misma manera que planeó la pandemia: con suma parsimonia. Si la falsa pandemia fue planeada en 2019 y estalló en la colonia china de los Rothschild y los Sasson en 2021, imagino que la nueva guerra difusa está prevista para 2022 o 2023. Una conflagración mundial no es moco de pavo y precisa de numerosos preparativos, es algo así como una boda real celebrada en la Gehena.
Sabemos que los sionistas jázaros conspiran a la luz del día porque el ejército y la policía de todas las grandes potencias, excepto Rusia que se ha quedado descolgada, están comprados o alquilados y se esmeran con mucho celo en mirar para otro lado. La guardia civil española está demasiado ocupada persiguiendo gitanos que roban melones como para perseguir a los directivos de Blackrock que están robando el país entero. El guion de la conflagración parece ser muy parecido al de la Segunda Guerra Mundial: una gran depresión mundial provocada por los financieros de la City y Wall Street precedida o acompañada por la financiación a mansalva (con el dinero de los contribuyentes de USA y la UE) de un país comunista, en esta ocasión China, dispuesto a devorar a medio mundo o al mundo entero; los malos de la producción de Hollywood serán esta vez, aparte de los Chinos que son buenos o malos dependiendo de la orden del día, los rusos y los terroristas islámicos financiados y entrenados por el MI6, la CIA y el Mossad. Teniendo en cuenta que muchos de los actores de esta nueva producción bélica de Hollywood son potencias nucleares, la gran guerra va a ser una guerra de desgaste que deje a todos los países participantes exhaustos, menos al nuevo Israel de los jázaros.
Por supuesto, la OTAN es el ejército privado de Israel, e Israel es la patria de elección de los Rothschild; y digo de elección porque su país de origen es Jazaria. Si tenemos en cuenta que el gobierno de Biden está envenenando a sus soldados o pretende envenenarlos con la falsa vacuna contra el fantasmagórico virus covid-19, y promueve el afeminamiento entre soldados y civiles; y que la China comunista está estigmatizando y arrinconando a sus afeminados y alimenta a sus soldados con esteroides, la invasión amarilla va a ser un paseo triunfal que pasará por encima de los estados fallidos de Irak y Siria; (no sabemos si rodearán a Irán o le pasarán por encima) y no se va a detener como mínimo hasta el Canal de la Mancha. La ruta de la seda llega hasta Belgrado, o sea que los países del este ya pueden ponerse a temblar porque les vienen encima una vez más las hordas de la cábala roja de Jacob Frank fundador de los Iluminados o Illuminati, junto con Adam Weishaupt. Es difícil comprender para qué quieren provocar la tercera guerra mundial predicha por el masón satanista, Albert Pike, cuando los sicarios sionistas dominan ya el mundo entero y existe un solo sistema económico: el corporativista-comunista (o sea una élite rodeada de un lujo asiático y una masa ingente de esclavos trabajando a destajo) una sola religión: el satanismo gnóstico, y un solo parlamento mundial: la ONU o el club Bilderberg, pero imagino que el patriarca jázaro de los Rothschild desea instaurar su corte satánica definitivamente en Sion y recibir allí a sus vasallos de Oriente y Occidente; debe sentirse muy molesto además por el hecho de que Biden se halla arrodillado en público delante de sus apoderados en el estado jázaro de Israel y no ante él.
Alguien debería ocuparse de examinar con lupa a los altos mandos de la OTAN para comprobar si han sido hipnotizados, comprados o chantajeados por el B’nai B’rith.
Jens Stoltenberg, secretario general del Consejo del Atlántico Norte no es un soldado, es un economista como no podía ser menos; (vamos a ver muchos economistas y picapleitos en la OTAN, que son la especialidad de los Rothschild, pero pocos militares de carrera). Se caracterizó, por supuesto, por dedicarse a privatizar las empresas estatales, es decir, por entregárselas a los fondos internacionales de capital apátrida y con tantas nacionalidades como se puedan comprar, con sede itinerante ya sea en las islas Caimán, las islas Fiyi (donde se broncean las celebridades de la prensa de la entrepierna que no del corazón que no tienen), y en Suiza o en las Bahamas, (da igual, porque todos esos protectorados que dependen de la City de Londres, toda ella vacunada con placebo).
Antes de ingresar en la OTAN, fue el enviado especial de la ONU (el parlamento globalista) sobre el inexistente cambio climático, o mejor dicho, el cambio climático provocado por los geoingenieros de la NASA, que ahora provocan un tornado en Florida, ahora provocan una nevada veraniega en Texas o en cualquier otro estado rebelde o levantisco prolibertad y provida; ya sabemos que los liberales son antilibertad, prousura y proaborto; Obama, por cierto, parece que se dedica últimamente a coleccionar cabezas de bebés abortados. Stolterberg participó, por supuesto (¡Qué remedio!) en la reunión del grupo Bilderberg celebrada en el hotel Montreux Palace en 2019 donde se codeó con el archiconspirador y criminal de guerra galardonado con el premio nobel de la paz Henry Kissinger, con Jared Kushner, Mark Carney, y la plana mayor del estado global sionista, los “racionalistas” afirman que la finalidad del grupo Bilderberg, aparte de desvalijar a la población mundial a la que le ha prometido la felicidad a cambio de que se desprendan a la fuerza de todas sus posesiones materiales, es crear un gobierno mundial con un solo mercado laboral esclavo regulado financieramente por un solo banco central y una sola moneda global, pero se equivocan porque su verdadero objetivo es levantar el tercer templo en la explanada de las mezquitas y adorar en él al anticristo que es por supuesto un banquero sumamente excéntrico del banco central mundial.
Es difícil saber si Stoltenberg tiene pegado a los talones a un sicario sionista apuntando con un revólver su cabeza, no sea que se le ocurra pensar por su cuenta, pero apostaríamos que sí. La masonería y su filial sionista ha ido eliminando a todos los políticos nacionalistas que se han opuesto al nuevo orden mundial satánico y pocos se atreven ya a llevarle la contraria. Eso sin tener en cuenta que es sumamente improbable que surja un político inconformista de las universidades o escuela politécnicas gnósticas y políticamente correctas del mundo entero, todas ellas compradas con el dinero robado del banco globalista central mundial.
Dice la Wikipedia, que es el oráculo de los tiempos postmodernos, que la popularidad de Stoltenberg creció con el atentado en Noruega llevado a cabo por el neofascista Anders Breivik; los neofascistas son en realidad sionistas disfrazados de activistas de extrema derecha, de la misma manera que los comunistas son sionistas disfrazados de activistas de extrema izquierda. Los neoconservadores norteamericanos son sionistas disfrazados de conservadores (como ya le aclaró papa Bush a Bush junior) y los liberales son igualmente sionistas disfrazados de políticos moderados de centroizquierda o centroderecha (los sionistas son ambidiestros como el demonio) que delegan en los sionistas extremistas la realización de atentados.
Los fascismos de entreguerras constituyeron una serie de movimientos nacionales con características propias dependiendo de cada país que surgieron como reacción a la amenaza comunista financiada por Jacob Schiff, testaferro de los Rothschild, y al imperialismo Yidish disfrazado de británico, la alianza entre Inglaterra y la Unión Soviética no deja lugar a dudas de que el comunismo y el liberalismo anglosajón constituían una especie de pinza que aplastó a todas las naciones europeas y las convirtió en colonias de la City y Wall Street. Tras la Segunda Guerra Mundial las logias masónicas como Gladio recrearon o reinventaron los fascismos para servir a sus propósitos: el engrandecimiento del Israel túrquico mongol o jázaro.
Anders Breivik es un nacionalista de la nueva escuela; o sea defensor de la única nación con derecho a existir: Israel
En su manifiesto de más de mil páginas, Anders Breivik manifestó repetidamente su firme creencia en que todos los nacionalistas deben defender y apoyar a Israel a toda costa y es un ávido lector de todos los escritores sionistas anti musulmanes como la bloguera norte americana Pamela Gelller.
Todos los partidos nacionalistas europeos son ahora antiislamistas. O sea que se proponen defender a las naciones europeas de los terroristas islámicos adoctrinados y entrenados por el MI6 y el Mossad y protegerlos de las inmigración masiva de musulmanes procedentes de países como Siria, Libia o Afganistán, desestabilizados o destruidos por Israel y sus colonias occidentales.
También el Frente Nacional francés se cuida mucho de atacar a Israel y se limita a demonizar a los islamistas, sobre todo a partir del salvaje asesinato de François Duprat ya sabemos por quien, para eso más valdría que se disolviesen porque para disolver los estados nacionales y convertirlos en satélites de los sionistas jázaros ya está la OTAN y el Mossad. Pero debe de ser muy difícil asistir a los mítines con un francotirador sionista o illuminati apuntando a tu cabeza.
Peter C. W. Flory es uno de los “funcionarios” de la OTAN más representativos; fue hasta hace poco subsecretario general sobre inversión defensiva y ha sido reemplazado por Patrick Auroy; es, una vez más, no un militar, sino un abogado y periodista que trabajó para la firma Hughes Hubbard & Reed que fusionó no hace mucho, según se afirma, las dinastías financieras de los Rothschild y los Rockefeller (como si no llevaran ya mucho tiempo fusionadas), para dar al fondo fiduiciario de los Rotchschild una presencia en los Estados Unidos más visible; hasta entonces había sido más bien oculta u ocultista e invisible.
Mr. Flory es o fue también presidente de la Junta Directiva de Ciber Defensa de la OTAN. Este debe de ser un cargo importante y no meramente decorativo, pues la próxima gran guerra será sobre todo híbrida y cibernética; o sea: algo así como jugar a los marcianitos, pero con sangre real o analógica y no meramente digital.
Muchos de los cargos de la OTAN parecen salidos de las páginas del sitio web laboral LinkedIn.
Patrick Auroy es un ingeniero de vuelo y parece tener una relación más directa con el sector bélico, pero en cualquier caso, es fácil comprobar que el estado profundo marea a los cargos de la OTAN, reemplazándolos periódicamente de manera que no puedan ejercer una influencia profunda en las estrategias de la organización a la que pertenecen.
Ese fue el caso del teniente general Broeks, este sí militar de carrera, que ocupó por breve tiempo el puesto de director general del Estado Mayor Internacional de la OTAN y que fue "jubilado" hace poco con honores por el comandante supremo de las fuerzas aéreas Sir Stuart Peach. En 2017 se reunió con el comandante del Estado Mayor de Defensa austríaco a fin de recibir una amplia exposición informativa sobre los esfuerzos en curso realizados en Austria en la lucha contra el terrorismo financiado, adoctrinado y entrenado por los servicios de inteligencia británicos e israelitas. Poco más podía hacer en el baile de las sillas calientes organizado por los sionistas en qué consisten las marchas y contramarchas de los cuadros directivos o más bien decorativos de la OTAN
Sir Stuart Peach, como mariscal jefe de la Real Fuerza Aérea Británica que exterminó sin piedad en su momento a la población alemana de Dresde (junto a los prisioneros de guerra británicos que había en dicha población), que ocupó el cargo de comandante adjunto de la base aérea de la RAF en Brügen, ciudad del país alemán ocupado por las fuerzas masónicas y sionistas jázaras y que estuvo destinado en 2000 como comandante aéreo de la OTAN en el pseudoestado mafioso de Kósovo arrebatado a los serbios es, sin duda, uno de los pocos militares de la OTAN que “cuentan” verdaderamente, aunque las directrices bélicas más importantes de dicha organización se toman sin menor duda en las logias masónicas del B’nai B’rith de Estados Unidos, China o Inglaterra y quizás también de momento en la Logia Real Alpha ubicada en el palacio de Kessington.
Debemos agradecerles a los sionistas que hayan elegido a una potencia nuclear como Rusia como archienemigo; ha sido un grave error por su parte teniendo en cuenta el interés que tenían los rusos en formar parte del nuevo orden mundial masónico, el problema es que querían seguir siendo rusos, algo que para los israelíes jázaros es sencillamente intolerable. No hay que olvidar, por otra parte, que los jázaros deben de haberle jurado odio eterno a los eslavos por haber acabado con el kanato mafioso jázaro y haberlos dispersado por toda Europa donde llevaron una existencia más bien marginal y oscura hasta que los Rothschild pactaron con el diablo y se asentaron en la City de Londres y se hicieron con las riendas de la masonería gnóstica.
Vemos, pues, saltando constantemente de los puestos directivos de la OTAN, así como el que salta a la comba, a economistas, periodistas, picapleitos, politicastros y publicistas, mareados como patos que desfilan en una barraca de feria, es raro que no nombren también de vez en cuando a algún actor de Hollywood como Tom Cruise o Sean Penn, pero los tiempos no están maduros para eso, la única virtud de todos es suscribir el guion de la lucha contra el terrorismo ya sea de islamistas o de simples ciudadanos que se manifiestan contra la dictadura sanitaria y que se niegan a que los conviertan en ratas de laboratorio; las cobayas humanas renuentes son ahora para el estado sionista global los nuevos terroristas; si alguno se sale del guion es despedido o fusilado. A todo el mundo le gustaría abandonar la OTAN, pero la OTAN, como la mafia que es su modelo, es una matrimonio a la antigua usanza, no cabe el divorcio. A la OTAN, que tiene demasiados maridos, sin contar a los amantes, hay que abandonarla en masa, al unísono, antes de que la OTAN divorcie a todos los países que la integran “a la italiana” y dejen aliIsrael Jázaro, que no semita, como la viuda apócrifa de todas las naciones.