El 2 de octubre de 2024, es decir, en menos de tres meses, se acaba el contrato que le otorga la elaboración de los pasaportes de Colombia a Thomas Greg & Sons, empresa que nació a partir de la británica Thomas de la Rue y que hoy es manejada por los hermanos Felipe, Camilo y Fernando Bautista, quienes han protagonizado un pleito legal con el Estado colombiano que, entre otras cosas, desencadenó las salidas de la exdirectora de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora y del excanciller Álvaro Leyva.
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Teniendo en cuenta esta circunstancia el presidente Gustavo Petro y su canciller Luis Gilberto Murillo tuvieron que correr para encontrar una solución para lo que será el futuro de los pasaportes a partir de octubre y la encontraron en casa, puesto que decidieron delegarle esa responsabilidad a la Imprenta Nacional, entidad que hoy es dirigida por la abogada Viviana León, quien trabajó en la Imprenta Distrital de Bogotá durante la Alcaldía de Petro.
La elaboración se dará con una fórmula similar a la que tienen en este momento las cédulas de extranjería. La Imprenta será la encargada, pero será apoyada por una privada que para ese caso es la mexicana Accesos Holográficos, la misma firma que está en la puja para estar en el contrato de los pasaportes, algo que ha generado polémica por los dolores de cabeza que ha generado, ya no solo en el pasado, sino también en este momento.
Los mexicanos son protagonistas de una pelea que afectó a Migración Colombia
En los últimos meses se han presentado demoras en la entrega de cédulas de extranjería e incluso la Procuraduría tiene la lupa encima del contrato con el que según ellos estarían comprometidos recursos por más de $6.600 millones. Toda esta situación tiene a la Imprenta Nacional y a Accesos Holográficos echándose la culpa mutuamente, los primeros acusando al otro de incumplir el contrato y los segundos diciendo que se les han proporcionado impresoras de mala calidad. Esto tiene investigado a Carlos Manosalva, el director de Migración Colombia y a otros tres directivos de la entidad.
No es la primera vez que la compañía mexicana tiene problemas, puesto que ya fue acusada por la Fábrica de Licores de Antioquia de haber elaborado unas etiquetas que no eran funcionales. Esto sumado con presuntas prácticas anticompetitivas en su país generan suspicacia a puertas de una nueva era para los pasaportes colombianos.
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