En noviembre de 2023, con el triunfo electoral en sus manos, aun sin posesionarse, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, tomó avión rumbo Londres para reunirse con los ingleses que se habían ganado el desarrollo del proyecto del Tren de Cercanías que conecta a Cali con Jamundí.
Desde su campaña, a diferencia de su contendor, el Chontico Ortiz, había dejado en firme la ejecución de este proyecto que había quedado en veremos por la puja política y que había sido apoyado por la gobernadora Clara Luz Roldán, pero no por el alcalde Jorge Iván Ospina. La señal estaba clara: la construcción sería una de las prioridades de su gestión y que la empresa inglesa Crossrail International contaría con todo su apoyo.
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La reunión de Eder fue con Paul Dyson, el CEO y la cara más visible de Crossrail International, una firma consultora especializada que le pertenece en su totalidad al Ministerio de Transporte del Reino Unido y que se dedica a asesorar organizaciones que lleven a cabo proyectos ferroviarios de gran magnitud.
Crossrail está metida en el Tren de Cercanías de Cali desde sus inicios, pero ese apoyo terminó de consolidarse con la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo Colombia Potencia Mundial de la Vida, en el cual se estipula una inversión inicial de $34 mil millones, 30 % de los cuales correría por cuenta de los británicos representados por ellos.
Sin embargo, el compromiso de los ingleses con las vías férreas del país no se quedó solo en el megaproyecto del Valle del Cauca, sino que también han recibido en sus despachos a representantes del Gobierno Nacional, quienes ven en ellos un aliado clave para la reactivación férrea, una de las consignas principales del presidente Gustavo Petro.
Así como hizo Eder hace cinco meses, la viceministra de Infraestructura, María Constanza García, también viajó a Reino Unido y también se reunió con Dyson. En dicha reunión, que contó con la presencia del embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras y con la del embajador de Reino Unido en Colombia, George Hodgson, se acordó la creación de una Oficina de Gestión Estratégica de Proyectos Férreos, la cual tendrá como objetivo fortalecer el sistema de trenes y en la que tendrá asiento fijo el Gobierno británico a través de Crossrail International que tendrán la última palabra, como grandes expertos que son, en materia de la reactivación férrea del país.
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