Una vez, hace ya varios años, me preguntaron, a qué achacaba yo la violencia barrial. La pregunta pasaba por alto, que no existe una sola clase de violencia ni maltrata a las gentes de la misma manera…que estas violencias, son múltiples y tienen actores y motivaciones y razones distintas. Que son muy diversas en su forma, en su origen y en su manera de golpear a cada grupo en especial. Solo porque hay otras violencias enquistadas en complejo mundo de la pobreza en el suburbio. Y, en el colmo del absurdo, sus perpetradores no figuran como actores en armas o violentos sino como estructuras sociales o económicas estrictamente legales, en su esencia y sus fines.
Que, un Operador, Corporación o Empresa de Servicios Públicos, te suba, a discreción y cuando lo desee tus tarifas; o que te agreguen un nuevo ítem a tu factura, sin explicación lógica ni clara; sin que puedas hacer algo para defenderte o que te defienda la ley, es OTRA forma de violencia en el barrio, pero NO cuenta. Pero tú, sabes que lo hacen … porque pueden. Que los matones del barrio te extorsionen y te constriñan, por el simple hecho de poder hacerlo, y que la Ley (policía) lo sepa, pero mire para otro lado, esa es otra violencia. Que te cambien las Normas de servicios públicos, a discreción, en favor del operador, así no puedas pagar sus costos, digamos: “la acometida y responsabilidad en daños, en la Red, YA NO EMPIEZA EN TU CONTADOR… SINO en el TUBO MADRE” así éste pase por el otro costado tu calle, es una soterrada y cruel forma de violentar tu vulnerabilidad social. Una forma de violencia oculta, que, por ser algo difusa, se ignora cuando se quiere hablar de hacer la Paz urbana.
Que los fondos para construir un Hospital periférico, que salve vidas de pobres sin otra opción en salud, se los lleve la corrupción casi que, a ojos vista, es desde luego, otra forma de violencia. Que un Juez demore una decisión que favorece a un reo pobre, por un delito menor, pero haga todo por sacar del encierro a un corrupto poderoso, o a un delincuente de cuello blanco, es otra forma de violencia que golpea duro, en donde falta plata para mover la justicia. Que, la justicia NO haga su trabajo con honestidad, celeridad y objetivamente, y permita que se roben el dinero de una licitación para una escuela, una colegio, un centro o una vía comunal es otra forma de violencia. Hasta aquí, y sin agotar ítems, vemos como no es solo con armas que se ejerce violencia sobre algunos colectivos humanos, en especial, sí eres de estrato bajo. Creo que luego de hacer la Paz con los grupos abiertamente violentos y en armas, deberíamos de hablar sobre estos otros tipos de violencia… “en tu barrio”. Da para más, pero dejo ahí.
Razones importantes, pero simplistas, se oyen frecuentemente para intentar explicar esa rara manera de comportarnos como sociedad, que usa como lenguaje implícito o explícito, la VIOLENCIA con distinto ropaje y diferentes autores. Nada extraño, pues es un viejo legado de nuestros primeros “libertadores” que usaron apellidos, dinero, escaramuzas, guerritas y guerrotas, para lograr un acomodo fácil en el mundo…para ellos. Su estilo y sus métodos, gustan. Y, hoy los usan, sin copyright violentos de todas la facturas.
VIOLENCIA. Se intenta explicar la violencia barrial como un fenómeno de resultado, NO fruto de una causa. Porque en las Comunas Populares, faltan educación, oportunidades y empleo. Algo hay de cierto. Lo que no miramos bien, es que estos tres elementos, al parecer sueltos, son simbióticos, concomitantes y casi que siameses: si te falta educación, cero oportunidades, aunque puedes echar azadón o ser albañil, por decir algo; si te falta empleo es que no tienes oportunidades, pero es muy posible que Sí cuentes con educación; pero si las tres están ausentes, son causa de ese raro brebaje llamado miseria.
Un torniquete que se vuelve círculo vicioso cuando hablamos de las Comunas estrato bajo. Por lo general, es entre las necesidades nunca satisfechas, que hacen nido violencias de todo género, allí en donde a veces, sobrevivir, es una amarga jornada de fatigas y luchas vanas, cada día. Es por ello, que algunos catalogamos como violencia, la negación cotidiana, de ejercer la vida dignamente. Claro, sé bien, por mi oficio, que no es posible evitar totalmente la desigualdad social y sus dolencias, pero creo que sí se pueden atenuar sus fallas, sí el Erario, NO se extravía en bolsillos corruptos. Seguramente alcanzaría para regar un poco el jardín de la pobreza, que crece en las Comunas.
EDUCACIÓN, tenida hoy, políticamente, como la llave mágica para el ascenso social y económico. Una especie de panacea inmediata para trepar un poco en la pirámide social. No es tan cierto. Así sea gratuita, sí es precaria en comodidades básicas, es decir, no provee nutrición adecuada desde la infancia, y oferta una capacidad cognitiva mermada por hambre o falta medios para estudiar sin angustias… no cuenta como plus en ningún caso.
No te sirve tener universidad gratuita, sí careces de lo del bus para asistir a clases, o te toca elegir entre sacar las copias o comerte un refrigerio. Máxime sí en casa comes mal. La disyuntiva es dura. Estos “detallitos” hacen que no baste ofrecer educación free, porque no se evita la deserción y el bajo rendimiento académico, y la descarga del fardo, a medio camino. Por otra parte, como lo digo en otro ensayo, cargar un pensum académico de arandelas ajenas al tema, no solo es una sobrecarga intelectual, sino que es casi siempre inútil, en la práctica.
Sí atiborras de Datos matemáticos, a un estudiante de odontología, lo fatigas y haces más larga una Universidad, en la que, aduras penas, subsistes y asistes. Es como un viaje en volqueta por carretera destapada…muy difícil.
Ahora, que sí lo aguantas y logras graduarte…necesitas 3 o más años de EXPERIENCIA, para optar por tu primer empleo… si no fuera tan absurdo y cruel este ítem, daría mucha risa. Porque apenas sí logras, con gran sacrificio, terminar una carrera y no calificas por novato, así seas profesional en el tema en cuestión. Sí el Mercado Laboral no asume, sin padrino poderoso, el a veces rico talento que surge de las Comunas Populares, más vale no mentirnos en ese tema. Es otra forma de violentar a un tipo de gentes que carece de oportunidades: es una burla. Educación es, entonces, solo un cruel carisellazo.
Por otra parte, supongamos que: EDUCACIÓN OPORTUNIDAD Y EMPLEO, se juntan, y se “accede a un empleo”, aquí “vuelve el palo…” Luego de mil angustias para ser “el primer profesional de la familia en 200 años” tu educación te da oportunidad y un empleo, en el que tienen plazo fijo para quedar en el asfalto…porque eres CONTRATISTA, una forma eufemística de llamar la violencia-laboral, sobre monigotes, que manejas abusando de su necesidad.
En un país que necesita crecer su economía se ahorra en la fuente del trabajo básica, el ser humano que se educó para servir y ganar el pan. Al Contratista, por corrupción o por desidia, lo desmoralizan y merman su capacidad de aportar, al sentirse maltratado, si razón que lo motive a ser más productivo. Y todo eso porque, los componentes básicos de un Salario digno, (prestaciones completas) se evaporan a través del inequitativo sistema del Contrato Interadministrativo, mismo que se lleva el dinero que haría más justo el jornal del contratista…sí fuera vinculado formalmente y a término indefinido.
Lo más aberrante, es que, por REGLA GENERAL, el 60/70% de los Contratistas de APOYO a la gestión, de una Dependencia oficial, cumple LABORES MISIONALES CONTINUAS, lo que, por fuerza, los hace trabajadores de planta. Solo que NO es así, contractual ni salarialmente.
Y eso en lenguaje de pueblo, (lastimado) es una abierta forma de violencia. Trabajas tiempo completo, haces el mismo trabajo que el empleado vinculado… Y TE DESCARTAN cada 4/5 meses, sin saber si volverás. Además, no te pagan cesantías ni vacaciones… lo que, en mi pueblo, tiene un nombre abuso o… VIOLENCIA. Ah, y eso que tuviste EDUCACIÓN para acceder a OPORTUNIDADES y con estas, al EMPLEO. Apague vámonos.
Las otras dos variables, son apenas el resultado del anterior ítem. Oportunidades: ya vimos cómo, casi a rastras, logras obtener una profesión que te faculta para ejercer una actividad dada…para la que necesitas una experiencia, que NO logras… porque no calificas por lo que sabes, sino por los años que ejerciste algo, que te impiden ejercer por logro académico, debido a tu inexperiencia. El Mundo Subuso. Empleo: es lo que te niegan, sí no tienes padrino o te falta “experiencia”.
Un desconsolador circulo vicioso, que te impide ganar el pan con lo que sabes…pero que permite el “descubrimiento” de otras fuentes de empleo menos exigentes: el delito. Porque, bajo esas duras circunstancias de negación constante, la fe desmaya, la esperanza se evapora; y cuando se mira en derredor, la fuente de empleo más cercana, inmediata y frecuente, además de menos exigente, es con los patrones en toda clase de empresas delictivas, que logran mano de obra angustiada y barata, educada por el Estado. Es lo que da la tierra.
La Paz es el nombre del pan en la mesa familiar. Un hogar sin penurias o angustias, tiene a sus integrantes alejados del ambiente violento de la calle. Sin afugias se estudia mejor; se vive mejor. No queda tiempo para la angustia recurrente, el odio enfermizo o la violencia fácil. Desde luego, tampoco se evita del todo la violencia. Porque, para mal de todos, los tiempos que corren, no son solo para vivir, sino de una feroz competencia entre gentes dispares, pero con igual anhelo: llegar al día siguiente.
Porque algo es cierto; es entre lo que los muchos, a pesar de sus esfuerzo NO alcanzan; y lo que los muy pocos, logran en exceso, a pesar de no esforzarse tanto, que hace nido la violencia social recurrente.
Y, entonces, ¿cómo encontrara la PAZ URBANA, en medio de una sociedad resentida, por tanto maltrato a pesar de ser, en su mayoría, gentes buenas? ¿Quién le hará justicia rápida, cumplida y eficaz, al usuario de servicios públicos atropellado desde la mole de una Corporación, pública o privada, que te ve como a un microbio molesto sí reclamas? ¿Cuándo lograremos que EDUCARSE valga la pena, porque te dan empleo por lo que aprendiste y no por los años en que aguantas hambre con un título en la mano? ¿Cuándo será que aprendamos el respeto natural por el otro? Claro el respeto no se enseña…en clases, se aprende del roce natural con el otro.
Resumiendo, creo muy difícil que logremos la Paz urbana, mientras que los que se educan, así sea a los cachimbazos, solo puedan acceder a un empleo, con la experiencia, ganada de las hambres aguantadas luego de graduarse, mientras se arruga un título sin uso.
La Paz debe, y tiene que ser integral. Y solo unas leyes más conectadas con el hombre y sus necesidades puede lograrla. Como yo lo veo, para una paz urbana, integral y duradera. hacen falta tres elementos, sin los cuales seguiremos anhelando la PAZ, pero viviendo en guerra constante: EMPLEO DIGNO. EMPLO A GRANEL. EMPLEO FORMAL Y a término indefinido.