Unos días antes de Navidad, en la biblioteca pública de Pondores (La Guajira), se reunió la población en proceso de reincorporación del municipio junto a líderes sociales de siete juntas de acción comunal de las veredas de la zona rural y miembros de la comunidad de Conejo (La Guajira) para construir una agenda territorial que garantice el buen vivir. Del encuentro salieron planes de acción a ejecutar inmediatamente. Estos buscan darle continuidad a la reincorporación social y comunitaria que se plasmó en los acuerdos de paz.
Entre los logros de esta importante actividad se encuentra la planeación colectiva entre firmantes de paz y comunidades. Se buscó generar mecanismos que garanticen que los recursos de la paz realmente sean destinados para darle continuidad al pilar 8 de la agenda territorial: "convivencia y reconciliación". A propósito de lo anterior, un hecho claro que demuestra la urgente necesidad del redireccionamiento y control comunitario de los recursos de la paz es el de la sede del Centro de Desarrollo Infantil de Conejo. Este lugar, el cual tiene como propósito garantizar la educación, cuidado y nutrición a niños menores de 5 años, se encuentra en abandono total. Sus instalaciones quedaron inconclusas y las estructuras existentes están en proceso de deterioro.
A partir de estas agendas territoriales y populares por la paz, desde el enfoque de reincorporación social comunitaria, y contando con los beneficios contemplados en los acuerdos de paz, las comunidades buscan desde su propia organización, gestión y ejecución superar estas y otras necesidades sensibles. Entre ellas se encuentran: una antena que permita la comunicación en la región, la creación de vías de acceso, la construcción de un acueducto e infraestructura de servicios públicos, y el acondicionamiento y ampliación de las escuelas (dadas las largas distancias, los niños de veredas como las Colonias y Marimondas se ven obligados diariamente a recorrer arduos trayectos para lograr asistir a clases).