Más de $183 billones son los activos que suman en total las trece entidades que conforman el recién creado Grupo Bicentenario, un proyecto que salió de la cabeza de Alberto Carrasquilla, que quedó en el aire tras su abrupta salida del gobierno Duque y que fue retomado por el hoy ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien, no solo logró darle vida, sino también que su primer presidente fuera un economista de la Universidad Nacional como él.
El encargado de llevar las riendas de este conglomerado que agrupa a Findeter, al Fondo Nacional del Ahorro, a la Fiduprevisora y a diez entidades más será Germán Ávila Plazas, quien fue elegido por la Junta Directiva en la que además de Bonilla están el viceministro Diego Guevara, la jefa de gabinete Alba Martínez y la secretaria general Nasly Ruíz. Él cuenta con una amplia experiencia en el sector económico y particularmente en el de vivienda, pero su principal carta de presentación no fue esa, sino, como ha sido una constante en este gobierno, ser un viejo conocido del presidente Gustavo Petro.
Ambos coincidieron en las filas del extinto M-19
Ambos volverían a coincidir a principios de siglo como militantes del Polo Democrático Alternativo. Para entonces Ávila ya era el presidente Federación Nacional de la Vivienda Popular (Fenavip), lo que le valió para ser designado por Lucho Garzón como el gerente de Metrovivienda, cargo que abandonó en marzo de 2005 para lanzarse al Congreso, cosa que, a diferencia de Petro, no consiguió, pero sí fue premiado tiempo después con la Secretaría General de la colectividad.
Sin embargo, la relación entre Petro y Ávila no siempre fue la mejor. En 2011, cuando el primero era candidato a la Alcaldía de Bogotá y el segundo secretario general del Polo Democrático, ambos protagonizaron un rifirrafe por cuenta de unas acusaciones que había hecho Gina Parody, también candidata, contra Fenavip. Ávila, a través de una carta pública, le recriminó a Petro el no haber salido en su defensa e incluso le llegó a decir “usted no tiene dificultades en sacrificar a los compañeros que conoce, no importa la magnitud de la calumnia, no importa la magnitud de la infamia”.
Pero, al parecer esas diferencias terminaron subsanándose porque más de una década después terminó recibiendo la confianza para ser él el encargado de consolidar al Grupo Bicentenario como el cuarto holding financiero más grande del país, para lo que tendrá que medirse con gigantes conglomerados privados como el Grupo Aval, con activos cercanos a los $700 billones; al Grupo Sura, con activos cercanos a los $650 billones y al Grupo Bolívar, con poco más de $200 billones. Aunque su enfoque será diferente, puesto que, de acuerdo con el Ministerio, su prioridad será trabajar para la economía popular y el servicio a la comunidad.
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