El viabilizador del sueño antioqueño de tener un puerto sobre el pacífico en su departamento fue el vallecaucano Óscar Isaza. Conocedor del negocio vía su experiencia en su natal Buenaventura. Fue el encargado de promover el proyecto y conseguir los USD 600 millones que Puerto Antioquia entre en operación en el segundo semestre del 2020. El lugar escogido fue Puerto Bahía Colombia, un terreno de propiedad del fallecido bananero Guillermo Henríquez y su familia, quienes obviamente son socios.
Isaza logró asociarse con un duro en el negocio naviero, el millonario francés de origen libanés: Jacques Saadé. Será él a través de su empresa Terminal Link, que estará a la cabeza de la operación de la terminal de contenedores. Es la compañía número 12 entre las operadoras portuarios, cuyo 51% es de propiedad la naviera francesa CMA CGM y el restante 49% de la China Merchants Holding International. CMA (Compagnie Maritime d’Affrètement) inició operaciones en Marsella en 1978, cuando este francés nacido en Beirut, tuvo que dejar su país en medio de los bombardeos de la guerra del Líbano y creara casi que, para transportes dentro del Mediterráneo, esta naviera en las costas de un puerto que le recordaba a su querida Beirut. Su puesto en la sociedad está más que ganada, conviriténdolo además en un jugador clave. La empresa de Saadé opera 540 buques en más de 420 puertos comerciales presentes en 160 países de los seis continentes; emplea 29,000 personas. Las oficinas principales se encuentran en Marsella, en una torre de 33 pisos diseñada por la fallecida arquitecta Zaha Hadid, permio Pritzker de Arquitectura.
Torre de la naviera francesa CMA CGM en Marsella diseñada por Zaha Hadid
En febrero del 2017, Jacques Saadé, en su cumpleaños número ochenta, le cedió la dirección de la empresa, a su hijo Rodolphe. Se reservó para presidir la junta directiva y su voz de mando sigue intacta. Su otra hija Tanya, también vinculada a la empresa, es la encargada de las comunicaciones. En diciembre del año pasado, la familia Saadé fue clasifica de cuarta en la lista de Lloyd´s sobre las personas más influyentes en la industria naviera.
El empresario vallecaucano Óscar Isaza volcó toda su experiencia a este Puerto Antioquia.
Óscar Isaza Benjumea también tiene una historia de éxito empresarial detrás. Durante más de treinta años, ha impulsado la expansión de la actividad portuaria de Buenaventura como presidente y socio del Grupo Empresarial del Pacifico – Gepsa, donde promovió el proyecto de la Terminal de Contenedores TCBuen y la operadora portuaria Datacontrol. A través de empresas familiares, fue el primero en llevar el internet al puerto, construyó el Pacific Trade Center y el Centro Comercial Brisas Plazas donde llevó el cine por primera vez, para lo cual fue necesario aprender toda la operación, desde hacer crispetas y perros calientes, pues ninguna empresa quiso invertir en su momento en Buenaventura. Con más de 35 años de vinculación en la industria portuaria, Óscar Isaza ha promocionado puertos en Costa Rica (Puerto Caldera), Guatemala, El Salvador, Honduras y Argentina, aunque en no todos ha logrado el éxito conseguido en Buenaventura y ahora luego de varios años de lucha, en el Urabá antioqueño. Su sociedad se identifica como Pio (Puertos, inversiones y obras) SAS.
Junto a estos dos experimentados navieros se asociaron cinco poderosas empresas bananeras de Urabá, de propiedad en su mayoría de empresarios de Medellín con inversiones de vieja data en el golfo. Los clientes naturales de los servicios del puerto y media docena de ellos se endeudaron para apostarle al proyecto. Entre ellos están -Óscar Enrique Penagos Garcés Agrícola Santamaría S.A.S; Jorge Iván Echeverri Posada de Agrícola El Retiro S.A.S.; Nicolás Echavarría Mesa de la Sociedad de Comercialización Internacional Banafrut S.A; Javier Francisco Girona y Yolanda Restrepo Girona De C.I. Tropical S.A.- (principales propietarios) y Juan Luis Cardona Sierra. Henríquez Gallo y familia Gaviria Correa C.I. Unión de Bananeros de Urabá S.A. UNIBAN - En Urabá se producen y exportan 72 millones de cajas de fruta rumbo Estados Unidos y Europa. La tecnología de contenedores que ofrecerá el nuevo puerto, es más eficiente en combustibles y logrará fletes más competitivos para el sector.
El gobernador de Antioquia Luis Pérez entendió muy recién llegado al cargo la dimensión del proyecto para el departamento y con Mauricio Tobón, entonces el gerente del Instituto de Desarrollo de Antioquia, como su gran aliado para los macroproyectos de desarrollo de la región apoyaron el proyecto y de esta forma IDEA forma parte de la sociedad.
El pasado miércoles 20 de marzo se realizó la firma del contrato de concesión de Puerto Antioquia entre la Sociedad Puerto Bahía Colombia de Urabá –Puerto Antioquia y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en presencia de la vicepresidente Marta Lucía Ramírez y la Ministra del transporte Ángela María Orozco. Dicho contrato durará 30 años y pondrá en marcha esta obra diseñada para atender buques portacontenedores de hasta 366 metros de eslora y 14.000 TEUS (contenedores de 20 pies), con una profundidad de 14,5 metros. La obra espera movilizar cerca de 6,6 millones de toneladas de mercancía al año a través de un muelle de cinco posiciones de atraque, viaducto de doble calzada para tránsito de tractocamiones entre la plataforma y el puerto en tierra, que permita la fluidez de hasta ocho tractomulas.
Puerto Antioquia estará ubicado en Bahía Colombia, cerca al corregimiento de Nueva Colonia en Turbo, a orillas del río León en el Urabá antioqueño. Su especialidad será la carga y contenedores de productos como vehículos y alimentos: cereales, plátano y banano, entre otros.
El plan de inversión de infraestructura para esta obra es de USD $300 millones de dólares para lo cual los siguientes accionistas de la Sociedad Puerto Bahía de Colombia de Urabá se comprometieron a la firma de la concesión con el gobierno, con recursos por 220 millones de dólares en el proyecto. En su etapa de construcción aspiran generar cerca de 1.800 empleos y unos 1.200 durante la operación, cuando se estime mueva 6 millones de toneladas año. Los antioqueños esperan que este puerto, un sueño de más de un siglo, abra nuevas puertas al comercio y le garantice un impulso definitivo a la economía de la región y del país.
