Tomar buenas decisiones mientras se gobierna, de eso se trata. Sin embargo, en Colombia parece que ocurriera todo lo contrario, porque, en medio de la crisis en la que estamos sumidos por cuenta del coronavirus, existe un gremio que se siente desprotegido y sin el apoyo absoluto por parte del gobierno nacional, que en vez de proveer implementos de bioseguridad para clínicas y hospitales, lo que hace es comunicarle a los profesionales en la salud, por medio del decreto 538 del 12 de abril de 2020, que están en la obligación de trabajar, como si los médicos, enfermeras y demás personal no supieran cuál es su labor. Señor presidente, solicitarle a los galenos que cumplan con su labor, sin garantizar las medidas mínimas de protección, es un exabrupto.
Mientras el presidente Iván Duque se dedica a expedir decretos; en los hospitales y clínicas del país escasean los insumos, y los médicos llegan al campo de batalla sin municiones y sin las suficientes garantías de seguridad. El artículo 9 del decreto 538, donde el primer mandatario obliga a trabajar a los médicos, centra más su atención en que los doctores deben ir a laborar, pero pone poca atención a la carencia de insumos con la que cuentan las Instituciones Prestadoras de Salud. Es necesario recordarles su deber, pero de nada sirve pedirles que trabajen bajo la ausencia de los insumos necesarios.
Se sabe que las personas que prestan servicios profesionales en el sector de la salud tienen la obligación de ponerse al frente de la pandemia para contrastarla, eso está claro, pero no podemos pretender que atiendan a los pacientes, sin los implementos mínimos de trabajo, ellos son vulnerables al contagio, están expuestos y a su vez ponen en riesgo a todos sus familiares. sin los insumos de protección requeridos, difícilmente los galenos cumplirán con su obligación. Por eso ellos piden a gritos desesperantes elementos de bioseguridad para poder proteger sus vidas al momento de atender a los pacientes con sintomatología relacionada con virus del COVID-19.
Es necesario evitar a toda costa que nuestros médicos y enfermeras se contagien con el virus, ya que ellos son la población con más riesgo dentro del territorio nacional. El coronavirus ya tiene como víctima a los dos primeros médicos, el primero de ellos fue el joven Carlos Fabián Nieto Rojas de 33 años y el segundo fue William Gutiérrez Lombana, por lo que la preocupación dentro del gremio se hace cada día más latente. Además, si le añadimos que hace meses no les pagan, la indignación por la poca atención a los héroes crecerá. Por lo menos en La Guajira, los médicos y enfermeras del hospital Nuestra Señora del Pilar alegan que se les deben más de 25 meses de salarios y que el déficit de la entidad asciende los 7.000 millones de pesos, y afirman que se irían a paro si no les pagan sus sueldos. Acá cabe recordar quee más del 70 % de los médicos en Colombia trabajan por prestación de servicios, según Lina Triana, presidenta de la Asociación de Sociedades Científicas de la Salud, lo quiere decir que solo tienen derecho al pago de honorarios sin incluir prestación social.
Por su parte, el médico cirujano Camilo Prieto publicó en su cuenta de Twitter un video de 49 segundos donde le reclamó al presidente Duque las muertes de sus colegas. El doctor expresó que ellos al momento de graduarse juran defender la vida, pero jamás juran lanzarse al suicidio. Así mismo, sostuvo que la carencia de los insumos está convirtiéndolos en mártires inútiles y finalizó solicitándole la distribución de equipos e insumos y sugiriéndple que obligue a las ARL que asuman la responsabilidad del contagio como enfermedad laboral.
Ahora bien, lo realmente preocupante del decreto 538 del 12 de abril de 2020 es lo que expresa su artículo 9, donde dice: "Todo el talento humano en salud en ejercicio o en formación, estará preparado y disponible y podrá ser llamado a prestar sus servicios, para reforzar y apoyar a los prestadores de salud. El acatamiento a este llamado será obligatorio". Eso quiere decir que las universidades pondrán a disposición y de manera anticipada a sus estudiantes de pregrado; en síntesis, es que los estudiantes tienen la obligación de atender la crisis de emergencia del coronavirus, colocándolos como carne de cañón por la poca capacitación y la calidad de la atención quedaría comprometida, afectando en últimas al paciente. En medio de la crisis sanitaria dudo mucho que la decisión más asertiva sea colocar a los estudiantes de medicina en medio del campo de batalla, y peor aún, sin los suficientes insumos necesarios que se necesitan para ir a la guerra.
Sin los elementos de seguridad es imposible ganarle al coronavirus. Los médicos y el presidente Iván Duque necesitan un tapabocas, ellos para protegerse del virus y él para no desatinar tanto al momento de decretar.
