Los países suelen separarse por razones pocas veces justificadas: religión, economía, lengua, cultura, etnia. Pero la menos justificada es la económica, ya que es de alguna manera la más fácil de conciliar. Me temo que en las elecciones de Escocia el pasado jueves, el petróleo del Mar del Norte desempeñó un papel importante. Muchos escoceses, de manera equivocada, creían que de haber ganado el SI no hubieran tenido que compartir las ‘riquezas’ del petróleo con el Reino Unido. Se equivocan en cuanto a la ‘riqueza’: No solo los ingresos del petróleo han caído a la tercera parte de lo que eran hace cinco años, sino que en unos diez años el petróleo va a valer muy poco. Adicionalmente creían que por haber tenido unas compañías su origen en Escocia, iban a seguir siendo escocesas. Por el contrario, empresas como el gigante de las pensiones Standard Life y el Lloyd’s Bank habían advertido que de haber ganado el SI, pasarían todas sus operaciones a Londres.
Para muchos, los resultados de las elecciones en que una mayoría votó por el NO es muy positiva, ya que la independencia hubiera sido una mala noticia para los escoceses; una peor noticia para el Reino Unido; y una grave noticia para Europa en general y para España en particular. Pero antes de entrar en detalles, es importante repasar algo de la historia de Escocia y aclarar algunos malentendidos. En palabras del historiador Niall Ferguson: “Escocia e Inglaterra se unieron como iguales. En un aspecto, incluso, era Escocia que adquirió Inglaterra, cuando el rey Jacobo VI de Escocia heredó el trono Inglés al fallecimiento en 1603 de la reina Isabel I. La fusión de los parlamentos de los dos países por el Acta de Unión en 1707 también fue de mutuo acuerdo y los escoceses conservaron sus sistemas jurídicos y educativos distintos. ¿Es esta una elección, entonces, entre ser escocés o inglés? No. Es una elección entre estar dentro o fuera del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (su nombre completo, de largo aliento). Al igual que el inglés y los galeses, los escoceses son británicos: De hecho, fue James VI que, al convertirse en James I de Inglaterra, adoptó la denominación "Gran Bretaña" para reconciliar a sus nuevos súbditos ingleses a tener un escocés como rey.
Ferguson añade anecdóticamente que “La distinción es importante para los escoceses. El comediante escocés Stanley Baxter una vez representó el papel de un prisionero de guerra en una película en la que un guardia de la prisión alemana le gritó, "¡Cerdo inglés!" Baxter, pálido de rabia, respondió: "¡Cerdo escocés!".
Pero en el fondo, como se mencionó antes, el gran perdedor en caso de haber triunfado los independistas de Escocia hubiera sido Europa en general y España en particular. Lo que pasó el jueves le ha quitado aliento a muchos catalanes para seguir su gesta independista. El riesgo de la independencia de Cataluña, sin embargo, no ha desaparecido: el autor de esta nota especula que los ‘independistas’ de Cataluña son mayoría. Pero el NO de Escocia, por mayoría significativa, va a hacer menos viable la gesta independista del País Vasco. En caso de haber triunfado el SI en Escocia, es posible que Galicia, el Levante con Valencia a la cabeza, y las Baleares no tardaran mucho en revivir los hervores independentistas. En pocas palabras, la independencia de Escocia hubiera podido representar el inicio del fin del Reino de España, muy seguramente regresando a las épocas de Isabel y Fernando donde España no era más que los Reinos de Castilla y Aragón.
En Francia, aplaudiendo a los escoceses independistas, estaban los bretones y los corsos; otros clamaban para que Bélgica fuera dividida casi de inmediato entre los flamencos y francoparlantes. En Italia, los venecianos, los sicilianos, los saboyanos, y los lombardos siempre han albergado apetitos independistas. No podemos olvidar que Alemania es una amalgama de más de trescientos principados y ducados que se unieron en 1870.
El primer ministro inglés William Pitt el joven, al oír en 1805 sobre la victoria de Napoleón en Austerlitz, exclamó: “Enrollen el mapa de Europa… no se va a necesita por los próximos diez años”. El autor de esta nota temía que de haber ganado el SI en Escocia, se hubiera podido repetir las palabras de Pitt: “Enrollen el mapa de Europa… no se va a necesitar en mucho tiempo”.