Para Fernando Rendón, Gloria Gabuardi, Gabriel Jaime Franco y todo el equipo de la Corporación de Arte y Poesía Prometeo.
Compañeros: en nombre de la Comisión de Educación del PCC, Regional de Antioquia, reciban nuestras más sinceras felicitaciones por el trabajo realizado durante los 30 años del Festival Internacional de Poesía de Medellín, labor que ya podemos considerar como toda una institución de la capital de la montaña, que ha dejado una huella imborrable desde el arte y la cultura para las nuevas generaciones de Antioqueños y Colombianos.
En medio de la pandemia, cuando el miedo y la incertidumbre parece que se hubieran apoderado de la ciudad, saludamos al Festival Internacional de Poesía de Medellín que, por encima de todos los obstáculos, realizará su programación anual, haciendo del Festival un espacio virtual para la poesía mundial en nuestra ciudad.
Ahora, con las dificultades del momento, enarbolamos las banderas de la intelectualidad y de los artistas comprometidos con la construcción de una cultura democrática, sin limitaciones ni censuras, que recupere el relato vivo de la tragedia colombiana, la rebeldía y la esperanza de una vida mejor, en esta nueva etapa de resistencia civil y de unidad por un nuevo poder popular.
Estamos ante la ofensiva de un relato colonizador que desvirtúa y renuncia a nuestra historia, como lo ha mostrado el desprecio a la herencia bolivariana en la conmemoración del bicentenario de la fundación de Colombia; frente al olvido de las víctimas del genocidio continuado y extendido en estos momentos por todo el país.
Un relato dirigido a la domesticación de las conciencias, al aplastamiento de todo pensamiento crítico y emancipador. El objetivo de esta guerra cultural es garantizar la hegemonía imperial y estimular la tendencia anexionista del Estado y sus instituciones a los dictados del imperio.
Es en este marco de crisis económica, política, social y ambiental, acentuada por el coronavirus, donde el Festival Internacional de Poesía de Medellín cumple un papel extraordinario de esperanza, de optimismo y de moral, tan necesario en estos momentos de incertidumbre, como uno de los factores indispensables para continuar la lucha por una nueva sociedad.
El trabajo de intelectuales y artistas democráticos, y de amigos y simpatizantes pertenecientes a los sectores críticos más sensibles de la sociedad ha estado presente de manera destacada en la historia de nuestro arte y de nuestra cultura, en el teatro, las artes plásticas, en la poesía y en expresiones de la literatura, la música y el cine, que han alcanzado incluso reconocimiento internacional.
Sus aportes a la resistencia contra el autoritarismo y en defensa de nuestra identidad nacional y de la democracia avanzada son valiosos elementos que van más allá de las dinámicas partidarias. Los festivales de la poesía, de la caricatura, del teatro alternativo, los conciertos, las publicaciones, se han mantenido y desarrollado contra viento y marea, gracias al esfuerzo de sus impulsadores con frecuencia sin el apoyo y compresión que deberían darles las estructuras partidarias, y mucho menos de las instituciones gubernamentales.
Las recientes movilizaciones populares han puesto en un lugar muy destacado la presencia e iniciativa de sectores del arte y la cultura que se suman al torrente democrático popular, incluso sectores comerciales del espectáculo que se sienten afectados por la política neoliberal. Pero hacen presencia también expresiones culturales, barriales, territoriales, étnicas, académicas, con propuestas propias de la Colombia profunda.
Tendríamos que haber perdido la capacidad del asombro para no sorprendernos de que en una de las ciudades más violentas del mundo, cuna del narcotráfico y del paramilitarismo; con los mayores indicadores de comunidades desplazadas, excluidas, marginadas, e informales, con los altos índices de pobreza, desempleo y desigualdades sociales, exista y persista el Festival Internacional de Poesía de Medellín
Por eso no podemos pasar por alto este mensaje de solidaridad con el festival, con todos ustedes, y en general con todos los trabajadores del arte y la cultura, sobre todo en estos momentos de dificultades tan grandes que estamos atravesando por la crisis del modelo neoliberal acentuado en forma tan brutal por la pandemia del COVID-19.
Un abrazo de unidad y de esperanza para todos.
Comisión de Educación del PCC Regional de Antioquia.