García Márquez
Retó a los dioses en su propio cielo
con la magia del hombre, volvió día
el mundo de abajo y la era baldía:
llevó al lector a conocer el hielo.
Palomas y conejos en su suelo
sembró con una rara fe que ardía
en cada página, trazó la vía
para que nuestro pueblo hiciera el duelo
de tantas sagas truncas como naves
varadas en bahías sin memoria
como un sueño de candados sin llaves
que cifra el mundo entero en una historia
en la quel gitano y él tienen las claves
de aquellos pergaminos de la gloria.