De justicia se ha visto poco y de olvido mucho; Javier, Dilan y muchos más. Un país que llora las muertes provocadas por quienes juraron protegernos.
El pasado 8 de septiembre del 2020 Javier Ordoñez, un hombre de 44 años, falleció luego de permanecer en el CAI de la policía en el barrio Villa Luz, la razón exacta de su muerte se desconoce; sin embargo, en redes sociales circuló un video en el que se evidenciaba el uso excesivo de la fuerza y de pistolas eléctricas por parte de dos policías, en el video se alcanza a escuchar al hombre clamando: “¡Por favor!”, pidiendo que dejaran de agredirlo.
¡No más! gritábamos hace unos meses, cuando Dilan Cruz luchaba por su vida en el Hospital San Ignacio de Bogotá, en donde posteriormente falleció tras recibir el disparo de un arma usada por el Esmad en el marco del paro nacional del 23 de noviembre. Caso que por cierto pasó a la justicia Penal Militar y que luego de 10 meses parece haber quedado en el olvido.
Como Javier y Dilan, son muchos más los y las ciudadanas que se han visto afectadas por el abuso de poder que instituciones como la Policía y el Ejercito han ejercido. Un ejemplo de esto son los 7 jóvenes que fallecieron por el uso indiscriminado de armas de fuego por parte de la policía, según el informe de la Alcaldía de Bogotá durante las protestas desencadenadas por la muerte del abogado.
Fueron 7 los fallecidos y más de 371 personas heridas, según las autoridades del distrito, entre ellos Juan Camilo Rubiano, un joven estudiante de comunicación social y periodismo que se ubicaba en el CAI de Villa Luz registrando con su cámara la protestas. Llevaba su casco, gafas, mascara de gases y sus equipos, se encontraba fotografiando una golpiza por parte de la fuerza policial a otro joven cuando empezaron a perseguirlo, luego, cuenta Juan Camilo, lo botaron al piso y le agarraron a bolillazos la cara, además le quitaron sus pertenencias y elementos de protección, Juan Camilo intentó esconderse en una panadería sin embargo no se lo permitieron, fue entonces cuando una familia que veía lo que sucedía decidió abrir su casa y dejarlo entrar.
A lo largo de los años el país ha ido cultivando y aumentando la cifra de muertes como consecuencia de la violencia, la desigualdad y esa sed de poder. Se conoció que la Policía tiene abiertos 1.924 procesos disciplinarios vigentes bajo la conducta de abuso de autoridad vinculando a 1.395 uniformados, de los cuales han sido sancionados 276 funcionarios en los últimos 18 meses, así lo indico el general Gustavo Moreno subdirector de la policía nacional.
De justicia se ha visto poco y de olvido mucho, para nadie es un secreto la historia de violencia y de muertes que ha marcado nuestro país, hablamos de 60 años de violencia y más de 24.447 víctimas mortales según el centro de memoria histórica, historias que se repiten sin cesar y que luego de unos días y unos cuantos titulares se olvidan.
Vivimos en un país al que le duelen más los CAI que las personas, cómodo, con personas enfrente de sus pantallas que se indignan por una pared rayada pero no por la vida de las personas que a diario mueren y que son agredidas, violadas, asesinadas; pero sobre todo un país sin memoria ni empatía. Un país dirigido por los mismos que defienden más a las instituciones que a las personas y que no brindan reparación para las victimas sino felicitaciones a quienes violentan a la ciudadanía.
