A fuego lento se está cocinando un plato que indigestará a toda Colombia. Un plato en el que se están usando ingredientes vencidos, algunos de los cuáles están en estado de descomposición.
• Primero, con aguas negras se está ablandando una de las presas principales, pero no es cualquier presa, es la presa “que diga el chef”.
• Segundo, se le está agregando un condimento que no da mucho sabor, pero sí aumenta su olor nauseabundo. Es un condimento que se usó desde 1998 pero que expiró en 2002 y que extrañamente el chef había rechazado en sus platillos en los últimos años.
• Tercero, se le suma una especie de papa muy usada en el medioevo que además de empeorar el sabor servía para quemar libros de recetas consideradas erróneas.
• Cuarto, se le adiciona una mal conservada salsa azul que sirve para aumentar las defensas, también muy usada por el chef cuando apenas abría su restaurante en 2002.
Pero al plato le falta un ingrediente que lo hará mucho más vomitivo y que nos mandará directamente al hospital (a esperar 6 o 7 horas a que nos atiendan o a morir en la fila). Por eso el chef está pensando en utilizar carne de un venenoso delfín muy tradicional de la fauna colombiana que se caracteriza por su comportamiento agresivo y por su fuerte olor a tabaco. Si decide usarlo no hablaremos de indigestión colectiva sino de envenenamiento.
Ojalá los colombianos no se traguen este plato pasado (y que nos ata al pasado). Ojalá miren a otros chefs y decidan cambiar su alimentación para construir el futuro de otra manera, porque sin duda un futuro mejor no se logra manteniendo la tradicional dieta.
Nota: La comida “de la calle” también es dañina, eso me lo enseñó mi mamá. Por más deliciosa que se vea, está igual de pasada porque usa esa tradicional salsa roja con conservantes creada en 1849.
