Estoy cansado de tener que rogarle al presidente para que se reúna y dialogue con los sindicatos, con las comunidades y con las organizaciones que ejercen el derecho a la protesta. “Duque, reúnase con los estudiantes”, “Duque, reúnase con los profesores”, “Duque, reúnase con los trabajadores”, son algunas de las frases que son virales cada vez que hay una protesta. Los colombianos estamos cansados de decirle a Iván Duque que haga su trabajo; para eso, desafortunadamente, lo eligieron. Mientras el mandatario viaja, recorre el mundo, se toma fotografías con artistas, etc., aquí, en el país que supuestamente gobierna, estamos inmersos en un caos que muy pronto va a explotar.
En estos momentos, el paro de la minga indígena tiene bloqueada la vía Panamericana, causando millonarias pérdidas cada día. A estas mingas se le unieron organizaciones campesinas que exigen, entre otras peticiones, el respeto a la vida, la protección de los líderes sociales, el uso de tierra, el reconocimiento del campesinado colombiano.
Hace algunos días, el senador Gustavo Petro visitó la zona de la concentración de la minga, “embarrándose los Ferragamo”, como lo titulan los periódicos. Esta sorpresiva visita causó mucha polémica, ya que Petro fue bien recibido por los indígenas. Pero estos no esperan a Petro, esperan al presidente de la república. Esa misma acogida que tuvieron con Petro la van a tener con el presidente (el mismo recibimiento que le hicieron los indígenas cuando este estaba en campaña buscando votos por toda Colombia). A él es al que esperan, con él quieren hablar y dialogar.
Para matar el tiempo mientras Duque llega al Cauca, los indígenas decidieron hacer un torneo de fútbol llamado “Copa Milenaria de Mingueras y Mingueros”. Al torneo se presentaron 14 equipos, todos conformados por indígenas. El método del torneo es igual a cualquier copa: se registran dieciséis equipos, de los cuales pasan ocho equipos, luego clasifican cuatro equipos, y más tarde se disputan la final dos equipos. La gran final a muerte súbita se llevó a cabo el 25 marzo de 2019 en el puente Mondomo. Quizás, el premio para el equipo ganador, sea la tan anhelada reunión con el presidente.
Duque, quien es tan bueno haciendo cabecitas con el balón y es tan aficionado al fútbol, debería ir a echarse un “picadito” con los indígenas; y luego, por fin, dialogar y llegar a un acuerdo que ponga fin al bloqueo.
