En un frío día de enero de 2016, en la región de los grandes lagos estadounidenses, el antioqueño Andrés Alberto López a sus 53 años asumió la presidencia del mayor fabricante de envases de vidrio del mundo, Owens-Illinois (O-I). Entraba a reemplazar al holandés Albert Stroucken quien a sus 67 años se retiraba de la compañía que produce uno de cada dos de los envases de vidrio que circulan por el mundo.
Andrés López se graduó de Ingeniería de producción en Eafit y como parte de los requisitos académicos, en 1986 ingresó a realizar su semestre de práctica en Peldar en Medellín, la fábrica de vidrio de los Ardila Lulle. Desde entonces, toda su carrera laboral la ha realizado con el socio norteamericano de esta empresa, en donde el destino le otorgó su primer trabajo. Fue su golpe de suerte.
En Colombia Owens-Illinois se conoce como O-I Peldar y con su cuatro plantas ubicadas en Envigado (en proceso de desmonte), Zipaquirá, Soacha y Buga, manda en la producción de botellas de vidrio en el país. Sus dueños son mayoritariamente el grupo norteamericano Owens-Illinois, fundado en 1903 por Michael J. Owens, en Toledo, Ohio, quien revolucionó el sector con la invención de una máquina automática para fabricar botellas y comprara luego a Illinois Glass. Hace casi 15 años, con el objetivo de agrupar sus operaciones globales bajo una única marca, compatible con diversas lenguas y culturas, maneja el nombre O-I.
En Colombia las cosas eran distintas. El industrial santandereano Carlos Ardila Lulle buscaba integrar verticalmente su negocio de gaseosas, empezó por las botellas y en los años 70 compró el 39 % de Peldar, empresa antioqueña fundada en 1939 por los hermanos Pedro Luis y Darío Restrepo (cuyas iniciales dan origen al nombre) y que en 1962 había logrado atraer inversión de la multinacional estadounidense. Ardilla Lulle continuaría en mayo de 1980 quedándose con el ingenio Cauca en el Valle del Cauca, hasta entonces de propiedad de la familia Eder. Integración que le permite ser el tercer más adinerado en Colombia según la revista Forbes, a pesar de algunos reveses empresariales.
Los Ardila no tienen control de la administración de O-I que es manejada con estándares norteamericanos desde la matriz en Ohio al mando del paisa Andres López. La llegada de López a la cúspide hace tres años largos no sorprendió en el sector. Estaba considerado un ejecutivo veterano de la compañía, fogueado en Brasil como gerente de planta en Sao Paulo, luego pasó a la gerencia general en Perú, vicepresidente de manufactura para Norteamérica, vicepresidente mundial de fabricación e ingeniería, y presidente para Latinoamérica. Uno de sus logros más relevantes fue el haber liderado en 2015 la adquisición por USD $ 2.150 millones de la compañía mexicana de alimentos y bebidas de Vitro SAB, que incluyó cinco plantas en México y una en Bolivia, donde se producen las botellas de marcas, como los tequilas José Cuervo y Sauza, Cervezas Corona, Heineken, Coca-cola y PepsiCo.
López llegó en un momento difícil de la compañía. Las ventas de O-I venían declinando de USD $ 7.400 millones a USD $ 6.780 millones para 2014, con una significativa reducción de utilidades de USD $ 215 millones en los primeros seis meses de 2014 y de USD $ 111 millones en el primer semestre de 2015. El colombiano ha logrado estabilizar la empresa obtuvo con ventas hasta por USD $ 6.877 millones. Su talón de Aquiles continúa siendo un altísimo endeudamiento de un 52% sobre unos activos totales de USD $ 10.000 millones.
La empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York movió hace más de diez años su sede principal de Toledo a Perrysburg en Ohio. Posee 78 plantas de producción ubicadas en 23 países, donde trabajan más de 26.500 personas. Una gran expansión internacional ha llevado a que cerca del 70% de sus ventas se realicen por fuera de Estados Unidos. En Latinoamérica tiene el 100 % del mercado no solo de Colombia, Perú y Ecuador, sino también el 65 % del brasileño.
Andrés López también ha tenido que manejar la demanda contra el gobierno venezolano por la expropiación realizada por Hugo Chávez en octubre de 2010 de sus dos plantas en Venezuela, las cuales había operado por 52 años. En febrero de este año, Owens-Illinois demandó a cuatro empresas venezolanas incluyendo Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Citgo Petroleum Corp para recuperar USD $ 500 millones de mediante arbitraje en el Centro Internacional de Solución de Controversias de Inversiones.
En Colombia, I-O Peldar tiene control absoluto del mercado con envases de vidrio para licores, bebidas no alcohólicas, alimentos, farma y cosméticos, pero además fabrica productos de cristalería para el hogar a través de su marca Cristar. En la planta de Soacha, se fabrican botellas ultra-transparentes, brillantes, lujosas, con fondos gruesos para los segmentos premium de licores como whisky Jack Daniels de EUA, ron Appleton de Jamaica o Flor de Caña de Nicaragua o Cartavio de Perú, Brandy Domecq Don Pedro 12 años, y Aguardiente Silver 1493, que se exportan a sus países. .
Andrés Lopéz solo regresa esporádicamente al país a visitar la familia en Antioquia, convertido en uno de los tantos cerebros fugados que triunfan en el exterior y que le dicen casi que definitivamente adiós a Colombia.
