La selección Colombia, luego de su partido frente a Inglaterra, llegaba nuevamente a Colombia y era recibida por aproximadamente 35.000 personas en el estadio El Campín, un número sorprendentemente alto para el horario en el que se llevaba a cabo el evento. Para hacernos a una idea, la suma del promedio de asistencia de los dos equipos bogotanos el semestre pasado en liga fue de 23.686 personas teniendo en cuenta que los partidos de esta no son en horarios laborales.
Cualquier persona ve la misma escena en otro país e intuye que en ese país ganaron el mundial, pero acá no, acá en Colombia es diferente. ¿Por qué en Colombia llenamos un estadio para vitorear a jugadores de fútbol y directivos que no ganaron una competencia en la que participaron?, ¿por qué llenar los noticieros y los canales de televisión con una fiesta por algo que no sucedió? La respuesta a las dos preguntas es muy fácil y evidencia la realidad en todos sus ámbitos del país, somos un país mediocre.
Es fácil evidenciarlo, pero somos tan mediocres que nos hacemos los que no vemos, los que estamos bien y no nos queremos incomodar. Muchas personas se habrán preguntado: ¿por qué alguna vez fuimos uno de los países más alegres del mundo teniendo tantos problemas internos? La respuesta es la misma, nos conformamos, no nos incomodamos y hacemos de cuenta que todo está bien.
Profundizando en todos los ámbitos del país se puede llegar a la misma conclusión, somos un país mediocre, En la política, si nos comparamos con otros países damos pena, mientras en Perú hicieron renunciar a su presidente por el escándalo de Odebrecht, acá se pasó por alto y no pasó nada, ni con el presidente saliente ni con el entrante.
Socialmente somos peores, el asesinato sistemático de líderes sociales, las denuncias en sitios como Argelia, las denuncias en la comuna 13 en Medellín, las denuncias de limpiezas sociales y la reactivación del paramilitarismo son situaciones que pasan desapercibidas, se hacen a un lado o incluso se llegan a justificar estos hechos infames con lo primero que se le pase por la cabeza a cualquier persona.
Mi intención no es criticar la selección es valerme de esa excusa para hacer un llamado a todo el país, tuvimos con qué llegar más lejos en el Mundial, con qué llegar a instancias más definitivas, la vida nos puso un Mundial que era más fácilmente ganable que otros, pero se hizo un mal planteamiento, con el cual nos quedamos por fuera. De igual forma, la vida nos dio un país rico en recursos naturales, pero estamos haciendo un mal planteamiento de país, tenemos con qué ser mejores, pero hay que ver lo que estamos haciendo mal, lo que estamos omitiendo, incomodarnos un poco, al final es vencer una inercia que nos tiene estancados y empujar el país hacia un mejor futuro.
