Nuevos ingredientes, yuca y harina de sacha inchi producida en Putumayo tiene ahora la famosa Bienestarina, el complemento alimenticio creado por el Estado colombiano en 1976, para combatir la desnutrición en las regiones apartadas del país y que el presidente Gustavo Petro pidió cambiar la receta para incluir productos locales y no importados en su producción.
Después de un año de investigaciones, la ministra de agricultura, Jhenifer Mojica Flórez y la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Astrid Cáceres, presentaron la nueva versión de la Bienestarina que ahora se producirá a base de yuca y harina de sinchi, productos que se les comprará a productores locales a través de Colombia Compra Eficiente.
En el proceso de cambio de receta, con ingredientes colombianos para que la Bienestarina sea “más nuestra”, como lo promociona el Gobierno Nacional que la distribuirá a través de colegios y de los centros de atención del Icbf para complementar la alimentación de millones de niños en el país, participaron diversas entidades.
El Ministerio de Ciencias y Tecnología, el Invima y la Unidad de Alimentos para Aprender (Uapa) acompañaron la transformación con la que se espera también que el producto no sea solo para niños sino para adultos como miembros de la fuerzas armadas y reclusos.
Algo similar, quiere el presidente Gustavo Petro que se haga con otros productos como el plátano, el fríjol o el chontaduro para favorecer la actividad agrícola de los territorios y diferentes comunidades campesinas, negras e indígenas.
Recientemente, el Sena regional La Guajira también empezó a utilizar el Senaharina, un alimento desarrollado por su Sistema de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (Sennova) para ofrecer alternativas en nutrición para el pueblo wayuu.
En 2019, durante el gobierno del expresidente Iván Duque, se empezó a producir en el país Bienestarina líquida para los usuarios de los programas de Primera Infancia del Icbf con una meta de 10 millones de unidades de 200 mil litros.
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