El pasado 28 de Agosto en nuestro Portal habíamos publicado un artículo titulado “Si matan un maestro más, serán 1000”, hoy la fatídica cifra es una dolorosa realidad. http://www.las2orillas.co/si-matan-un-maestro-mas-seran-1000/. No creímos que íbamos a llegar tan pronto a los 1000 maestros asesinados. Y ocurrió. El profesor Joaquín Gómez Muñoz fue asesinado frente a su esposa y sus dos hijos en la sala de su casa por un encapuchado. Según el relato de la ACIN - Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, “aproximadamente a las 8 de la noche, un sujeto encapuchado entró en la vivienda del profesor Joaquín Gómez Muñoz, quien se encontraba descansando en su habitación. Al parecer la casa tenía la puerta abierta, por lo que ingresó fácilmente, sin que su compañera tuviera tiempo de reaccionar o prevenirlo. En ese momento, el sujeto avanzó hacia la habitación donde se encontraba el profesor Joaquín y le disparó. La mujer trató de detenerlo pero la amenazó con el arma; ella, que cargaba a su hijo en ese momento, tuvo que soltarlo para protegerlo; en ese momento el sujeto volvió a apuntar al profesor y le propinó dos disparos más. Finalmente el sujeto huyó en una moto que le esperaba. La comunidad vecina de la vereda reaccionó rápidamente llevándolo al hospital del municipio de Caloto, pero lamentablemente al ingresar al hospital ya se encontraba sin signos vitales. Es un asesinato calculado y planeado fríamente. Desde el día anterior sus vecinos observaron una moto rondando por su casa y siguiéndolo por sus rutas de ida y regreso de la institución educativa”.
El maestro asesinado, de 54 años de edad, nacido en el Patía, sur del Cauca, era Contador Público graduado en la Universidad del Cauca y se desempañaba desde el año 2011 como profesor de matemáticas en la Institución Educativa El Credo, resguardo indígena de Huellas, zona rural de Caloto. Participaba activamente en las actividades comunitarias. Hizo un gran aporte al proyecto educativo de la institución educativa de esta vereda, según relató el rector Plinio Ciclos. Además de maestro, era un comunero destacado en las actividades docentes y de su comunidad, miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca.
El crimen del profesor Gómez Muñoz es el segundo caso que se presenta en el norte del Cauca en menos de seis meses. El 3 de marzo del presente año fue brutalmente asesinado el también maestro indígena Epifanio Latin, en la vereda la Mina territorio indígena del Cabildo La Cilia, municipio de Miranda, en momentos que se desplazaba a su lugar de trabajo ubicada en el Centro Educativo Las Dantas, vereda Cajones. Según la autoridad tradicional de este territorio, el comunero asesinado había sido víctima de constantes amenazas por miembros de la guerrilla de las Farc que operan en la región. El comunero presentaba señales de golpes en todo el cuerpo, perforaciones en el rostro y la cabeza con material contundente y señales de estrangulamiento. De este lamentable hecho queda un menor de 5 años de edad huérfano”. http://www.nasaacin.org/informativo-nasaacin/nuestra-palabra-kueta-susuza-2013/6757-asesinado-docente-ind%C3%ADgena-en-el-resguardo-de-miranda
“En la zona estamos viviendo una situación muy difícil con las reiteradas amenazas de las cuales los maestros vienen siendo víctimas”, denuncio el líder indígena Feliciano Valencia. Hasta el momento se han reportado 18 casos de amenazas contra los educadores en toda la jurisdicción, por lo que exigieron a las autoridades y a los organismos defensores de los Derechos Humanos ponerse al frente de la situación.
El pasado 27 de Agosto Fecode había denunciado ante el gobierno nacional el asesinato de 999 maestros y exigido garantías frente a las amenazas de muerte y el desplazamiento forzado de educadores. Los acuerdos y promeses realizados por el presidente Santo desde su primer gobierno, para atender este grave problema, no se han cumplido y motivaron el reciente paro nacional.
El asesinato de educadores constituye un serio obstáculo para alcanzar un gran consenso y acuerdo nacional en torno a la educación como lo propone Fecode y el presidente Santos. Difícilmente Fecode podrá aceptar que se le convoque a negociar y colaborar, mientas sus afiliados son asesinados sin que el Estado haga nada por garantizar su integridad y su vida. Si no es posible lograr que seamos el país más educado de América Latina, por lo menos deberíamos proponernos no tolerar e impedir que se asesine a los maestro. Ni uno solo.
