Por más que a los mamertos (cuya ambición es que hoy en día los llamen progres) no les guste, el envío de médicos es un negociazo redondo para el gobierno cubano. En promedio, el país o ciudad receptora debe pagar a Cuba 3.000 dólares al mes por cada médico. En cuentas de servilleta, el propósito del actual alcalde de Medellín de traer al país 600 médicos cubanos le puede costar a esta ciudad la no despreciable suma de un millón setecientos mil dólares mensuales, o sea cada año 21.600.000 dólares. Traducido a nuestros devaluados pesitos, la ciudad tendría que pagar la escandalosa cifra de 81.000 millones de pesos. A los médicos cubanos propiamente dicho solo les entregan entre el 10 y el 20 por ciento y el resto entra directamente a las arcas del régimen comunista de la isla caribeña.
Dicen que Cuba tiene cerca de 12.000 médicos regados alrededor del mundo. Y si por cada uno recibe 3.000 dólares mensuales, a la hora de la verdad la cifra anual que le entra al gobierno cubano se acerca a los 500 millones de dólares, suma nada despreciable para un país que oscila entre la pobreza y la miseria. ¿Pero no era esa isla un emporio de riqueza? Jamás el pretérito fue usado con mayor propiedad: era. El régimen comunista durante los últimos sesenta años se ha encargado de convertir a lo que en su día era una de las naciones más ricas del continente, en una de la más pobres. Cuba hoy en día no tiene cómo alimentar a su población y el problema más grave es que cada vez tiene menos divisas con qué comprar comida. La ayuda de Venezuela, cuya economía paradójicamente son los mismos cubanos los que se encargaron de ayudar a volver trizas, prácticamente ha desaparecido. Al no exportar prácticamente ningún bien (con excepción de nimiedades como tabaco y ron), la isla para generar divisas depende es de los servicios. El covid-19 ha destrozado a nivel mundial el turismo y las brigadas médicas son cada vez más cuestionadas.
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Cuba hoy en día no tiene cómo alimentar a su población y el problema más grave es que cada vez tiene menos divisas con qué comprar comida
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El secretario general de la OEA, Luís Almagro, dijo que Cuba atenta contra las libertades individuales de los médicos del país al no preguntarles si desean participar en las misiones o no. También, acusó al régimen cubano de no permitir el desarrollo profesional de los especialistas ni el desenvolvimiento de su creatividad para acceder a mejores condiciones de vida. “Cuba no es una dictadura del proletariado, es una dictadura contra el proletariado, contra la vida de los trabajadores. Los médicos son parte del pueblo trabajador y oprimido porque se les roban sus derechos y el fruto de su trabajo”, dijo Almagro en entrevista con el influencer de redes sociales Alexander Otaola.
Según un nuevo reporte de la organización Human Rights Watch (HRW), “Cuba impone a los médicos severos controles que les impiden hasta entablar relaciones de amistad o sentimentales con personas que tengan “opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución” y pueden ser duramente castigados si por algún motivo abandonan su trabajo. “Los médicos cubanos enviados a responder a la pandemia de covid-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades más básicas”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW. “Los gobiernos interesados en recibir la asistencia de médicos cubanos deben exigirle al Gobierno de Cuba que reforme su orwelliano sistema, que regula con quiénes los médicos pueden vivir, hablar o incluso mantener una relación sentimental”, añade Vivanco.”
Para que el negociazo de los cubanos con el alcalde Daniel Quintero se materialice, deberian ocurrir tres cosas:
- Que lo aprube el gobierno central. Y entre otras, que le enseñen al tembo del alcalde algo de derecho constitucional y administrativo.
- Que todos y cada uno de los tales médicos pase un examen de aptitud y cumpla los requisitos de ley para un profesional extranjero.
- Que se les pague directamente a los médicos.
