El 2 de mayo del 2019 la vida volvía a partírsele a Maria Mónica Urbina. Su esposo, el ganadero José Guillermo Hernández, mejor conocido por el Ñeñe, fue asesinado en Uberaba, municipio del estado Minas Gerais. El crimen ocurrió la noche del miércoles 1 de mayo, cuando tomó un taxi después de salir de una subasta de Expozebú, evento por el cual viajó hasta Brasil. Según la prensa local, el hombre iba en compañía de una mujer que hablaba español. Como el conductor no entendía el idioma, detuvo el carro para revisar en el celular el sitio a dónde le indicaron que debía ir. En ese momento un hombre en moto le apunta con un revolver exigiéndole al vallenato que le entregara un reloj Rolex que tenía puesto. Él se resistió, forcejeó y resultó herido. Aunque fue llevado de urgencia a una clínica y fue intervenido, no resistió.
No era la primera vez que uno de sus esposos había estado en un hecho violento fue cuando su primer esposo, John Fabián Vélez, padre de sus dos hijos, Manuela y Nicolás, había sido abaleado en el 2010 frente a una peluquería en la calle 109 con 19, en Bogotá.
La pareja se divorció en 1997 y en ese momento Vélez se fue a vivir a Armenia, en donde habría estado en la mira por supuestas relaciones con Wilber Varela "Jabón". En la lista Clinton aparecía Roberto Londoño Velez, como testaferro del narcotraficante. Después de que murió sería el capo mayor.
Ahora Maria Mónica Urbina, un año después del asesinato de su segundo esposo, está en la palestra pública después de que se revelaran unos audios en donde se comprobaría que el Ñeñe Hernández habría estado involucrado en la compra de votos para la campaña de Duque cuando aspiraba a la presidencia
