Antes de la llegada de Hugo Chavez a Venezuela, Farmatodo era la tercera empresa más grande de Venezuela. Tras la muerte de su padre Teodoro Zubillaga en 1976, su hijo Rafael Teodoro tomó las riendas del negocio familiar: una cadena de farmacias de autoservicio que había nacido sesenta años atrás en el estado de Lara, Venezuela. Fundada cincuenta años atrás por su abuelo. Tenía 24 años y dos años después su hermano Bernardo se unió al desafío familiar. No solo mantener la cadena sino hacerla crecer.
En 1985 la empresa de los Zubillaga era el primer negocio de autoservicio de Venezuela. Fue entonces cuando decidió rebautizarla: Farmatodo. En ese año dejó de ser una simple cadena de farmacia para vender miscelánea, productos de uso diario, artículos de belleza. El experimento fue un éxito que se consolidaría aún más con el concepto de ventas de 24 horas todos los días del año y estacionamiento gratis.
Los campanazos del avance del socialismo en Venezuela y las pretensiones de Hugo Chavez de expropiar compañias rentables para obtener recursos para sus promesas populistas de cara a la Revolución Bolivariana, forzó a Rafael a mirar otros horizontes. Sintió la amenaza contra su negocio, que después se concretaría.
Farmatodo en Colombia
Aguantó unos años porque su negocio iba viento en popa con 170 establecimientos, tenía 60 mil empleados, era la primera empresa en venta al detal y la segunda en ingresos generados. En 2007 tomó una decisión crucial: internacionalizar la compañía. Envió a Teodoro su hijo menor a Colombia y empezó por adquirir la cadena de farmacias argentina Farmacity que cinco años atrás había llegado a Bogotá.
El viento voló a favor y doce años después Colombia es la fortaleza empresarial con 78 locales, distribuidos en Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Cali Valledupar y Villavicencio, cuenta con 1,6 millones de clientes registrados. Además, José Zubillaga, vicepresidente de Tecnología en Farmatodo afirmó en una entrevista que desde julio de 2022 a 2023 iban a abrir 25 tiendas más logrando tener 103 tiendas aproximadamente en nuestro país. Por otro lado, el 22 % de sus ventas se realizan por canales virtuales, con entrega de productos a domicilio.
En Venezuela además de la catastrófica situación económica, la relación con el gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela que empezó con Chavez y concluyó con Maduro no ha sido fácil. En febrero del 2015 sintió el primer zarpazo. El gobierno dio la orden de intervenir la cadena y detener al presidente ejecutivo de Farmatodo, Pedro Luis Angarita, y al gerente Agustín Antonio Álvarez.
Permanecieron presos 44 días en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas, responsabilizados del desabastecimiento de medicamentos que vive desde el 2014 Venezuela. La condición para dejarlos libres fue una sola: no podrían salir del país.
Este fue el primero de varios ataques con intimidaciones pero también detenciones a gerentes de tiendas. En agosto de 2018, el presidente Nicolás Maduro, pidió a su ministro de comercio Interior, aplicar mano de hierro e ir con todo contra la red de famacias Farmatodo, ante el supuesto delito de especulación. “He sabido que están especulando terriblemente en Farmatodo, me han dicho que Farmatodo es un asalto a mano armada contra el pueblo”, dijo Maduro en un acto transmitido por radio y televisión.
La persecución estaba clara para la familia Zubillaga y su cabeza Rafael que se instaló desde hace una década en Madrid, España, desde donde maneja su expansión que claramente tendría que se fuera de Venezuela. En Colombia, pretende completar 100 tiendas en los próximos tres años mediante una inversión de $ 15.000 millones de pesos en aperturas de nuevas tiendas.
En enero de 2019 el propio Rafael se encargó de la consecución de dos puntos de venta en Buenos Aires, para hacer un testeo real del mercado argentino, que le requirió según las leyes de ese país asociarse con farmacéuticos argentinos y este enero abrió su primer local en Argentina. Sigue México y Perú, sin perder de vista el regreso a su país de origen donde tiene enterrados millones de dólares en 170 locales que siguen funcionando, pero a media marcha.
Pero la expansión que lideró Rafael Teodoro exigía la incursión de las nuevas generaciones. Para 2019, un año antes de la pandemia, un joven Teodoro Zubillaga fue elegido presidente de Farmatodo Colombia. Él mismo, que tuvo un paso por el Grupo Polar de Venezuela y por Unilever, anunció en agosto de 2022 que la cadena de farmacias tendría inversiones por US$32 millones en Colombia en un proceso que irá hasta 2024.
Este refuerzo de la actividad de Farmatodo llegará entonces a territorios nacionales inexplorados, con los que afianzarán su apuesta con tiendas en las ciudades de Bucaramanga, Cúcuta y Montería. Tres generaciones llevan las riendas de un emporio que no para.
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