El DANE reveló que la inflación colombiana para el año 2022 fue de 13,12 %; se trata de la más alta de los últimos años. En el mismo periodo de 2021 esta variación anual fue de 5,62 %. “El grueso de la variación anual por las divisiones de gastos está explicada por lo que sucede en Alimentos y Bebidas No Alcohólicas; fue la tendencia que observamos a lo largo del año”, dijo la directora del DANE, Piedad Urdinola. Las variaciones según las divisiones Alimentos y Bebidas No Alcohólicas quedaron en 27,81 %, y Restaurantes y Hoteles en 18,54 %; se incrementaron la arracacha, ñame y otros tubérculos (109,84 %), cebolla (106,81 %) y yuca para consumo en el hogar (88,08 %). Las subclases de comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (21,40 %), bebidas calientes (20,81 %) y comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (18,70 %) también sufrieron un gran incremento.
Este resultado de la inflación ubica a Colombia como el cuarto país de América Latina, solo superado por Venezuela (cifra no oficial de 155 %), Argentina (92,4 %) y Chile (13,3 %). Según el portal Infobae del 5 de este mes: “El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar, explicó que una cascada de crisis ha llevado a un panorama completamente incierto y que se vería reflejado en la desaceleración, tanto del crecimiento como del comercio mundial. “Equilibrar los desafíos que imponen en el corto plazo las restricciones macroeconómicas requiere dinamizar el crecimiento sostenible, generar empleo de calidad y reducir la pobreza”, agregó Salazar. El organismo prevé en su informe anual Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, que la dinámica económica en 2023 se ralentizará fuertemente y Colombia está entre las naciones que menos se expandirán con una proyección de solo 1,5 %, evidenciando un retroceso de 6,5 puntos porcentuales, si se compara con 2022”.
Colombia tiene uno de los salarios mínimos más bajos de América Latina, sin embargo, el pasado 15 de diciembre de 2022, rodeado de algunos dirigentes de las centrales obreras y pensionados, así como de los empresarios, el presidente Gustavo Petro dijo: “El salario mínimo crecerá un 16 %, ubicándose en $1.160.000, el subsidio de transporte crece un 20 %, ubicándose en $140.000, para un total de $1.300.000”. Esa concertación fue una imposición, puesto que Petro dijo el 5 de diciembre: “El salario mínimo no va a funcionar con la mayoría de los trabajadores”. Fue una imposición a una dirigencia cooptada, doblegada ante un gobierno populista y mentiroso, que con un mal negocio causa un grave daño a la población, puesto que ese “estruendoso” aumento del 16 % quedó sepultado por una inflación total del 13,2 %, pero que por el impacto en los alimentos y una inflación a las clase media y pobre cercana al 15 %, hace que el aumento real del salario mínimo haya sido uno de los más bajos en los últimos siete años.
Es necesaria una reacción de esas centrales obreras y de pensionados, que no pueden ser apéndices del presidente Gustavo Petro, para que levanten consignas de reivindicación de los trabajadores y la población colombiana. ¡Los colombianos se cansarán de sus cánticos de sirena!