Con el respeto y admiración que merecen las mujeres que han logrado grandes conquistas políticas y sociales en pro de un mundo más justo, equilibrado y en paz, hay que considerar dos grupos de mujeres a las que también hay que rendirles un homenaje en esta fecha: las cabezas de familia y las amas de casa.
- La mujer cabeza de familia que por distintas razones se ha quedado sola al frente de su hogar, especialmente porque ha sido abandonada por un congénere irresponsable que deja a sus hijos y cede la carga económica y afectiva completa, cumple el doble rol de papá y mamá, trabaja de noche y de día, y sacrifica muchas metas personales por sus pequeños. Ella no busca reivindicaciones políticas, no aspira a tomarse el poder, ni superar al hombre. Es más, ella no sabe organizarse. Solo sigue su deseo natural de sacar adelante su prole.
- La mujer ama de casa. Todos conocemos una, ya que la mayoría de colombianos fuimos formados por ellas.
Ahora bien, la contribución de ambas a las economías de los países, a sus hogares y a la formación de sus hijos no ha tenido todo el reconocimiento que merece, por lo que esta es la ocasión propicia para hacerlo. Y aunque en algunos países se ha avanzado en esto, aún estamos muy tibios.
El mundo les debe mucho a ellas.