Hace varios años que participo en la marcha y precisamente varias veces me han preguntado por qué, en virtud de ser heterosexual. En efecto, pareciera que la orientación sexual es sinónimo de estar de acuerdo o no con un colectivo, en este caso con la comunidad LGBTI. Sin embargo, mi respuesta tiene que ver con la convicción de que las minorías tengan representación en un Estado de derecho, como se supone que es el territorio colombiano, aunque sobre todo con la admiración que profeso por varios intelectuales, artistas, estadistas y conocidos que son o fueron gay. Entre ellos: Alejandro Magno, Platón, Sócrates, Miguel Ángel, Julio César, Leonardo Da Vinci, Shakespeare, Federico García Lorca, Oscar Wilde ,Ian McKellen, Pedro Almodóvar, Juan Gabriel, Alan Turing, Michel Foucault, Alexander Von Humboldt, Nicolás Maquiavelo, Jay Keasling, Sally Kristen Ride, Francis Bacon, Sara Josephine Baker, Simon Levay, Sofía Vasilyevna Kovalevskaya, James Pollack, Isaac Newton, Fernando vallejo, Guillermo Hernández, Edison Ramírez, Luis Bernardo Cuartas, Brigitte Baptiste, Alex Gálvez, Marcela Sánchez, Luis Carlos Caballero, Alejandra Borrero, Michel Rodríguez, etc.
De igual modo, la marcha que se realiza el 30 de junio de 2019 tiene como lema #ElijoSerDeseoVivir, en aras de realizar un homenaje a los líderes sociales asesinados, lo cual le da un tinte mucho más dinamizador como transformador. En virtud, que la marcha propende por la reconfiguración del tejido social colombiano resquebrajado por sesenta años de conflicto armado, evidenciando que para desarrollar una sociedad es necesario que todos los actores vayamos en sincronía, donde el mayor valor sea la vida, la diversidad como fomenta el doctor Maldonado desde las ciencias de la complejidad.
En el mismo sentido, la marcha es un carnaval de la vida. Es un espectáculo que vigoriza la democracia, ya que entremezcla el derecho constitucional y los derechos humanos con la reivindicación de los discursos obliterados de tantas minorías que no se sienten representadas por el poder ejecutivo. En particular, la marcha es un compendio de colores, de matices, de filosofía, de amor, de algarabía, de frenesí, de hermandad, de amistad, de sexo, de música, de baile, de unión, de libertad, de erotismo, de poesía, de vida… de vida. Es el espacio donde seres humanos contribuimos por la paz. Es el escenario donde confluyen los amantes del amor que rechazan la homofobia, el asesinato, la eliminación del diferente. Es el camino donde gritamos en contra de los necrofílicos, de los adoradores de la muerte que consideran que solo existe un humano, un individuo, donde la diferencia es catapultada por discursos hegemónicos simplistas como anacrónicos.
¡Hoy marchamos!