No se necesita tener una bola de cristal, ni ser un gurú en economía para saber que en un eventual gobierno de Gustavo Petro la pobreza no disminuirá, sino que aumentará de manera colosal, en vista de que las propuestas del candidato del Pacto Histórico, sobre hidrocarburos, tierra y vivienda.
Si en Colombia, producto de la covid-19 la pobreza monetaria se ubicó en 42,5 en el 2020, con las medidas económicas que tome Petro, perfectamente en menos de dos años la pobreza en Colombia será igual a la de Venezuela que es del 94.5 %.
Porque Colombia, al dejar de producir petróleo que genera más del 40 % de las exportaciones, contraería su economía en el 3,3 %, lo que ocasionaría pérdida de empleos y divisas, con el agravante de que habrá que importar hidrocarburos, por un valor anual cercano a los 10 mil millones de dólares, lo cual significaría más pérdidas para el país.
También, de acuerdo a las medidas de Petro con respecto a la vivienda en donde los inmuebles serán como un “cariño verdadero” que ni se compran ni se venden, de 1,6 millones de obreros que tiene la construcción se pueden perder el 90 % de esos empleos.
Y en el sector agrario con las expropiciaciones anunciadas de una u otra manera, prácticamente el régimen petrista condenaría a la pobreza extrema a todo el campesinado, lo que creará una escasez gigantesca de alimentos en el país.
Subrayando que el candidato de marras y sus áulicos todavía no hacen diferencia entre tierra y territorio. Además, en ese panorama tan aterrador, no estamos mencionando otros renglones de la economía nacional que se verán altamente perjudicados.
De igual manera, dentro de la manipulación político-ideológica, los seguidores siguen afirmando que el término ‘castrochavismo’ fue inventado por el expresidente Álvaro Uribe, cuando en realidad es cosecha del chileno Fernando Mires, historiador y sociólogo quien relacionaba el término con las intenciones expansionistas del tirano Fidel Castro (1926-2016) para Latinoamérica, de la toma del Estado desde el Estado y, no como el anterior proyecto Castro-guevarista, que era la toma del Estado desde afuera.
En esa circunstancia, así como vemos a masas inmensas de venezolanos venir a Colombia como refugiados por el hambre en el país vecino, eso mismo ocurrirá con millones de jóvenes colombianos en un futuro con un gobierno de la denominada izquierda a quienes les tocará irse para otras naciones, pues no hay que olvidar que a las élites del comunismo totalitario no les interesa el bienestar de las masas, dado que lo que les importa es el poder político para siempre.
Resulta que ahora, producto de la campaña electoral, Gustavo Petro cuyo partido es miembro del Foro de Sao Paulo, critica al régimen venezolano por no haber fortalecido el aparato productivo y haberse quedado únicamente en la economía extractiva con los combustibles fósiles.
Pero esas observaciones no las hizo durante los años que lleva el chavismo montado en el poder en Venezuela, pues se desbordaba en loas a favor de Chávez y Maduro, sin embargo, producto del oportunismo electoral se lava las manos y hace cuestionamientos a la dictadura venezolana.
Recordando que a las camarillas marxistas nada les ha importado el desarrollo de las fuerzas productiva debido a que quieren tener enajenadas y adocenados a las masas trabajadoras.
La pandilla marxista-leninista en Latinoamérica usa como excusa frente al fracaso del socialismo del siglo XXI echarle la culpa al imperialismo, olvidando que la región dejó de ser vital para el imperio hace más de 44 años, cuando el Partido Comunista de China se alió con el capital financiero internacional para montar las grandes factorías de las transnacionales en el país asiático, superexplotando a los obreros y repartiéndose la plusvalía, lo que condujo a que el “plan básico” diseñado por los gringos para América Latina a principios de la década de los 70 del siglo pasado no se concretara.
Y con la alianza entre el partido comunista chino y las transnacionales fue que surgió el neoliberalismo que sirve para que sectores de la llamada izquierda metan alaridos ignorando su origen que causó la flexibilización laboral, perjudicando a los trabajadores a nivel mundial.
Así que la riqueza que hoy tiene China no apareció por milagro o de pronto que la tumba de Mao Tse Tung fuera una guaca, sino que surgió de los capitales venidos de otros países como USA, de ahí que la confianza inversionista, no es una anatema como muchos alucinados marxistas creen, porque a pesar de la superexplotación a los obreros chinos, ello ha contribuido a sacar de la pobreza a millones de personas en el país asiático.
Y para Colombia sin caer en los excesos de explotación en contra de los trabajadores como ocurre en China, se podría dar una importante inversión extranjera en el agro y la industria que son los motores del desarrollo económico de las naciones, advirtiendo que con un gobierno castrochavista no se podría llevar a cabo proyectos productivos, pues tenemos cómo referente lo que pasa en Venezuela.
El Foro de Sao Paulo tiene como receta para Colombia el modelo político y económico de Venezuela con su candidato presidencial, porque a los burócratas comunistas totalitarios lo que les importa es la perpetuidad en el poder, pues así como la jerarquía comunista China echó mano de la economía de mercado para salvarse de la hecatombe que la podría haber defenestrado del poder en los 70, para nuestro región la miseria de las masas es la condición necesaria para eternizar un sistema comunista en donde con cartillas de racionamiento, carné de la patria se envilece a la población, para tenerla subyugada al régimen comunista el cual nunca dejará el poder.
El castrochavismo es otro remoquete como se denomina al marxismo-leninismo, dado que al comunismo totalitario que lo llaman de muchas formas, ha usado personajes importantes de la historia para tramar a las mentes ingenuas, y casos se ven con Bolívar, Martí, Zapata y Sandino, llegando al colmo de utilizar a reconocidas figuras anticomunistas como Juan Domingo Perón en Argentina quien fue usado por los terroristas montoneros, o en Colombia con el general Gustavo Rojas Pinilla a quien los comunistas le infiltraron su partido ANAPO creando el M-19, agregándose la manipulación burda que hacen de la memoria de Jorge Eliécer Gaitán.
Lo anterior demuestra que el comunismo se vale de cualquier ardid para alcanzar sus objetivos estratégicos, por ello en las próximas elecciones es un deber moral denunciar las patrañas del marxismo, que pretende esclavizar a Colombia como lo está haciendo con la patria de Bolívar y para ello necesitan multiplicar en grado sumo la pobreza, cosa que ocurrirá en el régimen de Gustavo Petro.