Una revisión rutinaria al orden del día del próximo martes en la Plenaria del Senado, confirma lo que se ha convertido en una constante:
La reforma pensional no aparece en ninguna parte, nadie da razón de su destino -ni Congreso ni Gobierno- y la misma pasa a engrosar el tenebroso listado de fantasmas o “almas en pena” del Capitolio Nacional, que en la época colonial fueron encarcelados y torturados en este lugar.
Lo que más sorprende es la total incertidumbre sobre la iniciativa pensional, aun cuando era aparentemente la que tenía menor oposición de las tres del Gobierno -fue aprobada sin contratiempos en la Comisión Séptima del Senado- pero de un momento a otro salió del panorama, como si la crisis política del Presidente Gustavo Petro -quien al parecer tuitea, pero se niega a dialogar- también la arrastra al fatal destino de la Reforma a la Salud -o a la inerte Reforma Laboral- y nadie sabe si el "tintico" que invitó la semana pasada Petro a Uribe, pueda de paso salvar la pensional y laboral, liderando el Mandatario un diálogo personal y directo, entendiendo éste –aparentemente- que sólo bajo acuerdos y consensos se construye un mejor país.
A menos de un mes de terminar el primer periodo legislativo de esta Legislatura (16 de diciembre), está en duda la aprobación de la reforma pensional en segundo debate, aún más cuando la ponencia mayoritaria no fue firmada por todos los ponentes, y la Senadora Norma Hurtado radicó una ponencia alternativa, en donde se plantea que la obligación de aportar al régimen de Prima Media -Colpensiones- debe ser hasta 1,5 salarios mínimos, y no los tres que fija el proyecto de ley gubernamental, lo que significa que los que devenguen desde dos salarios mínimos en adelante, tengan la libertad de ahorrar o cotizar en un fondo privado de pensiones.
La iniciativa incluiría una sentencia de la Corte Constitucional, en donde se reduce de manera gradual las semanas de cotización de la mujer -de 1300 a 1000- en donde la pregunta es si esta medida en realidad hace más equitativo el Sistema, y si fiscalmente al año 2037 -como fija la Sentencia- se podría asumir esta prerrogativa pensional para la mujer, sin dejar de mencionar la válida inquietud de por qué no se evalúa la disminución de la edad o las semanas cotizadas para el hombre (actualmente 62 años y 1300 semanas).
Es loable que el presidente Petro se sostenga en no aumentar la edad de pensión ni las semanas de cotización -como de manera repetitiva y casi enfermiza pide el flamante director de Asofondos Santiago Montenegro- y que en la Reforma no se incluyan a las mujeres y hombres que hayan cotizado respectivamente a partir de la 750 y 900 semanas cotizadas –lo que se conoce como Régimen de Transición- pero desconociendo una inconformidad válida de quienes cotizan más de cuatro salarios mínimos, en el sentido de que deben entrar a "cofinanciar" la ampliación de la cobertura "social" pensional, como el enfoque de género y la condición de discapacidad, cuando esta debería estar sujeta -argumentan- al crecimiento económico del país.
Coletilla: Una de las estrategias del Gobierno Nacional fue radicar estas Reformas -Salud, laboral y pensional- como proyectos de ley ordinarios y no estatutarios, porque le exige menos votos (mayoría simple) y le da más tiempo para su aprobación (dos años), lo que evidencia aún más la inviabilidad de su agenda legislativa, porque aun así dos de estas iniciativas escasamente han superado el primer debate, y la reforma laboral casi que se da por descartada su discusión en primer debate antes de terminar el año.
El otro problema es que estas tres reformas reglamentan tres derechos fundamentales de la Constitución, lo que obliga a la radicación de proyectos estatutarios -no ordinarios- en donde se exige mayoría absoluta en la votación (más de la mitad de los votos de la Corporación), y un plazo máximo de una legislatura (1 año) para su aprobación, dejándolas en riesgo de ser "tumbadas" en la Corte Constitucional, como lo han advertido en su momento Senadores como Alejandro Chacón y Paloma Valencia.
¿Quedarán una, dos o tres almas en pena deambulando en el Congreso?
*** Asesor Legislativo - Escritor.
