El palo en la rueda para el avance de las negociaciones de la guerrilla del ELN con el gobierno de Gustavo Petro, las que más habían avanzado de las que se han abierto para lograr la paz total, es el Frente Comuneros del Sur que opera en Nariño.
El jefe negociador y segundo al mando de la organización, Pablo Beltrán, expresó en una entrevista a El País de España su malestar con el Comisionado Otty Patiño por mantener un diálogo aparte con este grupo que, según él, está contaminado de prácticas inaceptables para ellos y por eso están sometidos a procesos disciplinarios internos. Beltrán considera que atenderlos por fuera de la mesa nacional solo contribuye a desarticular el diálogo y fisurar la organización guerrillera.
El gobierno no acepta excluir del diálogo al Frente Comuneros del Sur y por el contrario ha apoyado la iniciativa del Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar con ese grupo cuando impulso diálogos regionales para avanzar en hacia la paz total.
El peso de esta propuesta hizo incluso que el Comisionado de Paz, quien reemplazó en el cargo a Danilo Rueda, el que llevó los hilos de la negociación en el arranque del gobierno Petro, designara a una persona para interlocutar formalmente con ellos.
El escogido fue Carlos Erazo, un veterano guerrillero del M-19 que tuvo mando militar en las montañas del Tolima y el Valle, donde interactuaba con el comandante Carlos Pizarro y coincidió con los años en armas de Petro. Es de tal confianza del Comisionado de Paz y del Presidente desde sus tiempos de militancia guerrillera que fue traído desde Noruega, donde estaba en el exilio.
Nacido en Tuluá, fue igualmente de los primeros en sumársele a la apuesta por la paz de Carlos Pizarro. En ese Departamento lideró el Partido Alianza Democrática M-19 creado después de la desmovilización y solo lo abandonó cuando recibió amenazas que lo obligaron a salir al exilio. Noruega, el frio país escandinavo, fue su destino y allí permaneció durante 24 años y solo sus dos viejos compañeros pudieron convencerlo de regresar.
El desafío de Carlos Erazo es manejar un diálogo con pinzas para que no se rompa la negociación más avanzada de todas, cuyos negociadores solo piden que se respeten los acuerdos logrados en México. El escollo parece haberse superado en el encuentro de las cúpulas de gobierno y guerrilla en Venezuela y será Erazo el hombre clave para contribuir a que el tejido no se rompa.
