Juan Manuel Santos, Nobel de Paz y expresidente de Colombia, afirmó que la pandemia a causa del coronavirus acentuó la desigualdad en todo el mundo. Además, señaló que el virus se produjo por la desconexión que hay con el medio ambiente.
“El mayor desafío en mi opinión es el calentamiento global, debemos tener presente que la pandemia es el producto de nuestra desconexión con la naturaleza”, afirmó en el conservatorio acerca de construcción de paz, negocios sociales y programa de reconstrucción pos-COVID-19 que sostuvo con Muhammad Yunus, profesor y también Nobel de Paz.
Precisamente, el líder bangladesí Muhammad Yunus también compartió las palabras de Santos y le atribuyó la desigualdad en el mundo a la producción y consumo excesivo.
“El resultado neto se puede resumir en el calentamiento global y la concentración extrema de la riqueza, pobreza extrema y un desempleo masivo debido a la inteligencia artificial que se acerca a gran velocidad”, expresó el emprendedor social, banquero, economista y líder social bangladesí.
En ese sentido, mencionó que confía en que la juventud entienda la responsabilidad que tiene para lograr los cambios que la humanidad necesita y añadió: “Hoy en día los jóvenes son muy poderosos en cuanto a la tecnología y acceso a la información. Esto hace que cada joven tenga mucho poder”.
Como ejemplo de las acciones que desde ya pueden adelantar las juventudes, el expresidente Santos habló de la experiencia con un grupo de jóvenes en los Montes de María, una región golpeada por el conflicto que lucha día a día contra la desesperanza. Allí 10 jóvenes con el apoyo de la Fundación Compaz le apuestan a impulsar un negocio social a través de una iniciativa de apicultura que busca proteger y evitar la extinción de las abejas, una especie amenazada y en peligro.
La liga se encuentra en etapa de construcción y está en el proceso de la adquisición de las primeras 160 colmenas que se entregarán a los jóvenes responsables de su cuidado. Su objetivo es desarrollar un emprendimiento productivo de miel y sus derivados, que le permita a los jóvenes producir ingresos económicos para ayudar a sus familias, sin tener que dejar su territorio.
“Tenemos personas jóvenes que le apuestan a salvar las abejas a través de la producción de miel de las colmenas y así ayudar a su conservación. Esto para mí demuestra perfectamente el nuevo enfoque de emprendimientos sociales con efectos colaterales positivos”, destacó Santos.
El llamado final de los nobeles fue a empoderar a los jóvenes para que hagan un buen uso de las nuevas tecnologías y así contribuyan a salvar el mundo.