Las directivas de FundaMundo, propietaria del periódico El Mundo, anunciaron el 2 de agosto su cierre parcial después de 41 años de su noble misión. Esto debido a diversas causas relacionadas con los nuevos comportamientos generados por los portentosos avances tecnológicos y la crisis económica agudizada por la pandemia del COVID-19, que también ha afectado a numerosos medios de comunicación en Colombia y en el mundo.
Sin duda, es una noticia triste, pues la muerte de un periódico impacta negativamente la democracia, el pluralismo ideológico y el derecho del ciudadano a recibir información veraz y responsable, consagrado en nuestra Constitución (Art. 20).
Coincido con la opinión de su directora Luz María Tobón: “La pérdida de un medio de comunicación derrite la democracia'' (…) la pérdida de las voces ciudadanas y de los espacios ciudadanos son pérdidas democráticas”. No es lo mismo el cierre de una discoteca, de un restaurante, de un hotel... tienen efectos distintos.
Afortunadamente FundaMundo advierte la continuidad de sus proyectos pedagógicos: Alianza Antioquia y el proyecto por la Iniciativa Antioquia por la Minería Sostenible, entre otros.
La ocasión es propicia para expresar gratitud a sus fundadores (destacados ciudadanos de pensamiento liberal) que en 1979 tomaron la audaz decisión de constituir una empresa para la financiación del periódico, orientada por el destacado periodista Darío Arizmendi Posada, acompañado por un prestigioso equipo de periodistas.
Igualmente, con el ingeniero y exitoso empresario Guillermo Gaviria Echeverri, quien asumió su dirección y propiedad desde 1991. En el 2010 la familia Gaviria Correa en noble gesto cedió sus acciones a la Fundación Fundamundo, entidad sin ánimo de lucro comprometida con fortalecer la cultura ciudadana a través del periódico y en alianza con el sector educativo con su innovador y acreditado su programa institucional Educar mientras se informa, con un balance social ejemplar: durante 10 años entregó más de tres millones de ejemplares del periódico y colecciones didácticas a miles de estudiantes.
Abrigo la esperanza de que se estudie la posibilidad de facilitar el ingreso de nuevos inversionistas, que identificados con el ideario y objeto social del periódico incorporen recursos financieros para su actualización tecnológica y fortalecer el grupo de periodistas y trabajadores que atiendan la edición impresa y digital del periódico y un amplio portafolio de servicios y publicaciones, acorde con las actuales necesidades del mercado.
Sería incomprensible que en Medellín, la ciudad más innovadora del mundo (Citigroup, Urban Institute y Wall Street Journal) y Centro para la IV Revolución Industrial en América Latina (honrosa designación del Foro Económico Mundial), ubicada una región con una destacada pléyade intelectuales y con prestigiosas universidades y centros de investigación comprometidos con la cultura ciudadana y el estímulo al pensamiento crítico y pluralista, solo cuente con un solo periódico de circulación diaria. ¡Atractivo desafío!
Finalmente, es pertinente advertir que la información veraz y los análisis objetivos son fundamentales para la toma de decisiones personales, empresariales y gubernamentales; hoy está amenazada por la irresponsable utilización que algunos hacen de las redes sociales, donde se acude a la desinformación y la calumnia con perversos objetivos.