¿Qué es gobernar?
Es dirigir, guiar, administrar los destinos de una nación; sin lugar a dudas, la complejidad en la conjugación de este verbo dependerá de múltiples factores territoriales, históricos, culturales, económicos, étnicos o políticos.
El presidente debe gobernar para todos, así debió de ser desde siempre, pero no lo fue, en la Colombia excluida, muchos son los huérfanos del Estado.
El concepto de Gobierno se proyecta a la administración pública, al Estado de Derecho y a las teorías de poder.
En efecto, gobernar es una acción que se enmarca, desde su origen y en su curso, en un marco legal, con pautas públicas –una mirada dirigida a las mayorías– y en un balance de poderes encuadrado por visiones ideológicas y económicas.
En términos más sencillos, gobernar es generar condiciones de gobernabilidad y gobernanza y esto dependerá del equilibrio entre la demanda social y la oferta Estatal, cosa que es bien difícil en un país con problemas endémicos de pobreza y corrupción.
A Colombia se la saquearon, se la repartieron a pedazos, como torta en fiesta, los corruptos, ahondaron todas las brechas existentes en un país.
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Veamos entonces, a la luz de la Colombia que recibe el presidente Petro, la realidad más clara y menos teórica qué es fundamental para gobernar y cuál es el lado más oscuro, opaco de los retos más difíciles.
Colombia inicia una nueva historia, las expectativas posibles sobre un Gobierno con un enfoque hacia la igualdad, se hace posible, pero no va a ser fácil.
Gobernar es comunicar buscando todos los canales posibles, es allí, cuando se debe posiblemente llamar al gobierno quizá a los oponentes, esta acción aunque no nos guste se torna muy necesaria.
Y los más de 11 millones de votos, también fue en contra de la prensa mercenaria, de esa prensa que asesina moralmente, que miente, que engaña, para esa prensa fascista, también va el mensaje que los colombianos queremos un cambio!
La prensa libre debe abogar siempre por el progreso y las reformas. Nunca tolerar la injusticia ni la corrupción. Luchar contra los demagogos de todos los signos.
"No pertenecer a ningún partido. Oponerse a los privilegios de clases y al pillaje público. Ofrecer su simpatía a los pobres y mantenerse siempre devota al bien público". Joseph Pulitzer
Así las cosas, gobernar implica la urgencia de una inclusión social, en el largo, mediano y corto plazos es una necesidad imperiosa; sobre todo para esa Colombia que no aparece en las políticas de Estado.
Los Colombianos debemos en medio de nuestro entusiasmo unos y, el desconcierto otros, entender que el nuevo presidente no es un mago que de la noche a la mañana, va a solucionar más de 200 años de desigualdades.
¡Dios le dé la sabiduría de Salomón, al Moisés que nos guiará por este desierto!