Es como si el occiso 'le hablara' a cada uno de ellos en un idioma diferente, diciendo cosas diferentes.
La necropsia es como 'un conversatorio' que tienen dos personas. La diferencia es que una está viva, y la otra está muerta.
Todos los que vemos algunas series como SCI, podemos observar - de forma exageradamente estética- , coómo el médico forense establece 'una conversación' con un cadáver, como si éste, estuviera relajadamente tendido en un diván, y el galeno fuera un experto psiquiatra.
El patólogo forense, trata de descubrir la verdad del problema que aqueja a su paciente, en 'una charla' donde el idioma corporal-- lo que dice, cómo lo dice, e incluso lo que no dice su paciente-- le va contando claramente al médico la razón del porqué está ahí.
Pero la necropsia es 'un diálogo silencioso', donde el cadáver tendido en una loza metálica, le comienza 'a contar' al médico, eso: por qué está ahí.
La observación minuciosa y meticulosa de un órgano, una fractura, una arteria, o unas células de cualquier componente del cuerpo humano, lo hacen como un ritual donde el forense, como un espeleólogo, limpia con escrupuloso cuidado la parte que le llama la atención, la mira y analiza durante varios minutos, desde todos los ángulos posibles, tratando de detectar si ese componente fue construido por el hombre de antiguas civilizaciones o lo trajo deliberada o distraidamente un extraterrestre desde algún planeta lejano.
Y ahí se inicia ese cruce de preguntas y de respuestas, de inquietudes y de aclaraciones, de dudas y de afirmaciones, que bajo una potente luz blanca como la nieve, ilumina ese componente rojo como la sangre.
Uno piensa, que el porqué está allí tendido ese cuerpo, va a ser por una sola razón. Se dificulta pensar que el cuerpo le va a decir una razón a un forense y luego va 'a mentir' y le va a contar otra radical y absolutamente diferente al otro forense.
Aquí me pregunto; si el mismo experto forense extranjero contratado por la defensa, hubiese sido mejor contratado por la fiscalía y viceversa ¿Vendería sus argumentos científicos de 'caída resbalosa accidental', 'suicidio' u 'homicidio' dependiendo el contratante?
Como si cambiando las profesiones, el fiscal dice al juez:
“O.J. Simpson, después de acuchillar y asesinar a Nicole Smith, se dio a la fuga en una camioneta blanca perseguida durante varias horas por la policía, por tanto, su señoría, el acusado es culpable!”
Por su parte, el defensor dice al juez: “Al señor O.J. Simpson ni siquiera le calzan los guantes ( húmedos) encontrados en la escena del crimen, por lo tanto, su señoría, ¡el señor O.J. Simpson es inocente!”
Se sembró la duda razonable porque nadie lo vio directamente hacerlo, y el asesino quedoó libre.
Pero en el caso de una necropsia, me cuesta trabajo creer que las deducciones y las demostraciones lógicas e irrefutables que muestra ese componente, sean tan radicalmente distintas para un experto forense internacional y al mismo tiempo para otro.
Todos tenemos un panorama más o menos claro de lo que aconteció antes y después durante esa noche en que el Virrey se disfrazó de la Muerte, pero nadie –excepto los nombres obvios- que los medios han relatado una y otra vez durante ya casi cuatro años después, saben lo que paso en la mitad.
Esas personas si vieron directamente lo que pasó.
Por eso creo que mejor las preguntas se deben hacer con precisión forense por los abogados- principalmente de la Físcalía-, a las personas 'vivas' que sí estuvieron presentes en la mitad de ese acto.
A Luis Andrés no se le podrán sacar dos verdades.
Pero a los 'vivos' que estaban con él, en ese trágico momento, sí les pueden sacar la única verdad, y hacer que este vergonzoso show medíatico se acabe y que el peso de la ley caiga contundentemente sobre los responsables por acción u omisión. Y así permitir que Luis Andrés y su familia tengan finalmente paz.
Pero olvidaba que estamos hablando de justicia en Colombia.