“Lo bello es lo que se representa sin concepto como el objeto de una satisfacción universal” KANT
Hoy 15 de septiembre ha fallecido uno de los artistas colombianos más importantes en el mundo, sin duda alguna, Fernando Botero ha dejado una huella imborrable alrededor del arte contemporáneo, con cada una de sus obras, nuestro artista imprimió un sello de originalidad que han hecho que sus pinturas y esculturas sean valoradas en cada una de las exposiciones de los museos más importantes del mundo.
El estilo artístico de Fernando Botero nace en el largo camino que recorren los artistas para poder imprimir un sello de originalidad en cada una de sus obras, al igual de cada uno de los escritores, músicos, poetas, pintores… cada artista va encontrando en el largo camino del mundo artístico líneas que van generando riqueza estética que obligan mediante la preñez que imponen esas pautas estéticas al nacimiento de un nuevo estilo artístico.
Botero toma a su llegada a Europa la línea clásica del renacimiento para luego hacer la configuración entre el figuratismo y el vanguardismo, imponiendo con esta nueva línea la originalidad dentro de cada una de sus obras artísticas, estas pinturas como bien se pueden apreciar están llenas de colores vivos que dan una apariencia novedosa.
Nuestro artista pudo visionar que esta nueva línea estética plasmaría escenas del mundo real, dejando a un lado las muestras estéticas inconfundible del arte renacentista, donde se percibía lo bello, lo sublime, el amor por los cuerpos perfectos y tallados de deidades mitológicas. Pues bien, Botero encuentra en esta nueva expresión, un mundo diferente donde se pueden representar escenas de gente real común, el amor a lo real, a los colores vivos, sobre todo un expresionismo voluminoso en el que algunos llaman como; boterismo.
Es de este modo que nuestro pintor, y escultor es reconocido en las grandes capitales del mundo con la puesta en escena de las esculturas voluminosas boteristas como: El soldado Romano, Serie Gatos, Bailarina, 2006, La Pudeur, 1981, Hombre a caballo, 1992, Mujer a caballo, 2002. El Ucello (Vecchio), Caballo, alusiva al caballo de troya, pájaro de paz, y el ultimo símbolo que nos dejo Botero fue la PALOMA DE LA PAZ.
De la misma manera logramos apreciar en algunos puntos importantes de nuestro país algunas exhibiciones boteristas, Cartagena, Bogotá, con el museo Botero, y en su tierra natal, Medellín. Sin duda alguna el legado artístico que deja nuestro Botero representa para Colombia un puesto privilegiado en las exposiciones de arte en el mundo. Al igual que nuestro Gabo, Alejandro Obregón, y ahora la partida de botero, nuestro país necesita cultivar las bellas artes, que la paloma de la paz vuelva a volar en todos y cada uno de los rincones del país, a través del arte se extiende la invitación para que callen los sonidos de los tambores de la guerra y surja el bello mundo de la poesía, las narraciones y las expresiones artísticas.
