Tras cuatro años de quejas constantes de usuarios e interrupciones del servicio, Air-e, parte de la solución que encontró el gobierno de Iván Duque ante la caída de Electricaribe, fue intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios buscando mitigar la complicada situación financiera que azota a la compañía del empresario Alberto Ríos Velilla. Ante esto, el elegido por Dagoberto Quiroga para tomar las riendas de la prestadora de energía eléctrica de Atlántico, La Guajira y Magdalena fue el barranquillero Carlos Diago Abello.
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El tema energético no es nuevo para el interventor, empezando por el hecho de que es ingeniero eléctrico graduado de la Universidad de Los Andes y especialista en servicios públicos del Externado. Trabajó en la Corporación Eléctrica de la Costa Atlántica (Corelca), la empresa que comercializó servicios públicos en la región entre 1967 y 2011, durante dos décadas e incluso llegó a gerenciarla, pero por lo que más se le recuerda es por un breve paso por Electricaribe, compañía intervenida en 2016 durante el gobierno de Juan Manuel Santos.
Vio morir a Electricaribe y nacer a sus sucesoras
Justamente, él estuvo en 2019, poco antes de la liquidación final, formando parte de la Junta Consultiva nombrada por la entonces superintendente de Servicios Públicos, Natasha Avendaño, hoy gerente de Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y la entonces ministra de Minas, María Fernanda Suárez, hoy presidenta del Banco Popular.
Además, conoce muy bien la situación específica de Air-e, así como la de Afinia, puesto que ha hecho parte de organizaciones de ciudadanos que han dado la pelea por la reducción de las tarifas. Ha criticado fuertemente la falta de inversión en las compañías, la cual, según él, ha dado lugar al debilitamiento de la red de distribución y a las interrupciones del servicio.
Sobre sus hombros está asegurar la prestación del servicio de energía eléctrica, que tiene el ojo de la Procuraduría de la también barranquillera Margarita Cabello.