Nayib Bukele tiene un 91% de popularidad, siendo el presidente con mayor favorabilidad en Latinoamérica. Su política de cero tolerancias a los violentos ha hecho que la criminalidad baje a índices históricos en un país donde la impunidad llegó a tener, hace una década, un 77%. Para esto construyó en todo el país mega cárceles para reducir a los miembros más feroces de las maras, nombre que reciben las pandillas en El Salvador. Sin embargo, esto le ha traído al país graves acusaciones de violaciones de derechos humanos. Las ONGS han señalado que los métodos para enjuiciar a los jóvenes distan mucho de ser rigurosos.
Para capotear este espinoso tema Bukele ha designado al abogado colombiano Andrés Guzmán como comisionado presidencial de Derechos Humanos y Libertad de Expresión de ese país centroamericano. En Colombia Guzmán no tiene renombre, pero se ha destacado por su labor en países como España y Perú. En Colombia trabajó durante ocho años en la Defensoría del Pueblo en cabeza ahora de Carlos Camargo, a quien conoció estudiando un posgrado en la Universidad Sergio Arboleda. Andrés Guzmán viajó esta semana a San Salvador a asumir el cargo.
Desde que se instauró el régimen de excepción en el Salvador han sido detenidos cerca de 69 mil pandilleros de los cuales 5.000 han tenido que ser liberados por falta de pruebas. Según las ONG'S defensoras de derechos humanos este número de encarcelados injustamente podría ser aún más grande.
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