Gran expectativa tenían muchas personas con la llegada de la segunda entrega de la saga Los vengadores. Aunque gustó para muchos y fue decepcionante para otros, La era de Ultrón nos muestra y enseña mucho respecto a las sociedades actuales. De ella se puede hacer una completa analogía sobre la situación de nuestro país en las últimas décadas. Basada en un comic, sí, pero con un contenido que explica una realidad.
Y es que Tony Stark en su interés por proteger la tierra de cualquier amenaza no hizo más que crear un monstruoso ser capaz de cosas inimaginables para alcanzar sus objetivos. Eso me suena familiar… ¡ah sí! Fueron las Farc las que hace años, en su afán de cambiar el estado social, político y económico de nuestro país dieron nacimiento a un futuro presidente capaz de atrocidades por lograr alcanzar su meta.
Pero Ultrón es un ser muy inteligente, y siendo capaz de infiltrarse en todas las redes de nuestro planeta, hace un estudio completo de sus enemigos: sus amores, debilidades, fortalezas, su historia (de pies a cabeza). Y no es todo. Ultrón en su camino a la consecución de su principal objetivo: la destrucción de su creador; se hace con la cooperación de seres, cuyo creador había lastimado ferozmente en el pasado –con o sin intención–: los gemelos (Pietro y Wanda Maximoff). ¡Oh! Pero eso también me suena muy familiar.
¿Por qué nos suena familiar esa historia? Muchos pudieron sentir esa sensación de deja vu con transcurrir de las escenas, porque –de una mínima manera– encontramos reflejada allí nuestra historia. Ese dolor que todos los colombianos sentimos por el acoso que las Farc había causado en nosotros fue el detonante, el catalizador, para que muchos colombianos con su voto dieran apoyo al político que les daría caza. Apoyo al Ultrón colombiano que acabaría con su creador. Dicho de otra manera: somos los gemelos Maximoff formando una temible combinación para destruir al asesino de nuestros padres.
Con esta analogía podemos entender que nosotros –los gemelos– fuimos los que dimos nacimiento al mismo Ultrón, cuando incitamos a las Farc –Stark–, en un inicio, a provocar un cambio en la historia. La ventaja que Ultrón logró hacernos sentir sobre el enemigo produjo un efecto en nosotros como los vencedores de la batalla. Los grandes ganadores. Pero tuvo sus consecuencias, y las sentimos. En el film, los gemelos nunca se dan cuenta de lo extremadamente malvado que podría ser su compañero hasta que Wanda descubre su verdadero plan. Y hasta cuando, nuestro malvado político, perdón: Ultrón, no termina asesinando a Pietro, Wanda (o parte de nosotros) no descubre su verdadero potencial.
¡Curioso! Lo mismo nos sucedió cuando se destaparon grandes escándalos como las chuzadas, los falsos positivos, Agro Ingreso Seguro. Y logramos reaccionar masivamente, quienes estábamos en desacuerdo, buscando impedir que, nuestro, Ultrón no nos gobernara por más tiempo. Pero, ¿podremos derrotar a Ultrón? No derrotarlo –como se muestra en el film– pero sí podemos contener su actitud destructiva y guerrerista. Y de la misma manera, podemos actuar respecto a Stark, y así como en el film detener su industria armamentística.
Por último, este es un film lleno de simbolismos, que dan para profundo análisis, y comparaciones con nuestra realidad, para desenmascarar lo real de nuestro mundo.