Dentro de muy poco se considerará prematuro tener arrugas, celulitis o celulitis a los 50 años. Estos siete aparatos fueron presentados en el Cali Exposhow como lo último en tecnología para combatir las aCon las máquinas que presentamos a consideración encontrar la piel y el cuerpo ideal será tan fácil como comprar ropa.
Radiofrecuencia Facial: Se trata de una máquina que genera un calor intenso en las capas más profundas de la piel, donde están los fibroblastos, células encargadas de la producción del colágeno. Al calentarlos, se aumenta la producción de dicha sustancia y tras cinco sesiones de radiofrecuencia, los cambios son visibles. El tiempo de cada sesión varía dependiendo de la edad de la persona, pues entre mayor sea, más minutos serán requeridos. Lo único que deberá soportar es un ligero enrojecimiento de la piel.
Microdermoabrasión con punta de diamante: Básicamente es una máquina que en la punta tiene una pequeña superficie giratoria con pedazos de diamante. Al pasarla sobre la cara raspa ligeramente las capas externas de la piel. Así se obtienen con mayor eficacia los mismos resultados que con un peeling tradicional: se eliminan cicatrices, remueve células muertas y promueve la regeneración celular, aumentando la producción de colágeno. Es posible sentir un ligero dolor y el tiempo entre las sesiones no debe ser menor a 15 días.
IPL: Se llama así por sus siglas en inglés. Es un tratamiento de Luz Pulsada Intensa que al aplicarse en la cara sirve para atenuar manchas, arrugas, daños causados por el sol, arañas vasculares y demás. También es usada para la depilación definitiva pues puede eliminar el folículo que causa el bello. El tratamiento completo consta de 3 sesiones aplicadas cada tres o cuatro semanas, de 20 minutos aproximadamente cada una.
Láser: El efecto es el mismo que un peeling. Los problemas de la piel como el acné moderado o severo, las patas de gallo y las arrugas en general pueden verse disminuidos gracias a los rayos láser, ya que éstos eliminan los tejidos de la piel, capa por capa. Con el procedimiento, los vasos sanguíneos se sellan, por lo tanto, se reduce los riesgos de aparición de hematomas, hemorragias y molestias durante el período de recuperación.
Microcorrientes: Son pequeñas cantidades de electricidad a una frecuencia muy baja que se ajusta a la del cuerpo. Así, mejora la circulación, aumenta la producción de colágeno, brinda firmeza, reduce las bolsas debajo de los ojos y limpia la piel de impurezas. Aunque desde la primera sesión pueden verse los cambios, el resultado final puede tardar hasta 6 meses en aparecer pues es lo que tarda en notarse el aumento de colágeno en la piel.
Ultrasonidos: Los resultados de este tratamiento derivan principalmente del aumento de la producción natural de colágeno, por lo tanto la piel se volverá más firme. Actúa en las capas más profundas de la piel, donde se encuentran las células productoras de colágeno. El único riesgo que se corre luego de una sesión es la aparición de pequeños hematomas o falta de sensibilidad, lo cual no supone mayor problema.
Rellenos: Substancias que se utilizan para rellenar zonas flácidas o dar volumen a puntos específicos del rostro. El ácido hialurónico, un componenete que se encuentra de forma natural en la piel, es el más recomendado. La mayoría de médicos coinciden en que los rellenos deben ser reabsorbibles y no permanentes o semipermanentes. La principal razón es que si la persona no queda satisfecha o sucede algún inconveniente, el resultado desaparecerá dentro de seis meses.
