Me gustaría que te detuvieras a pensar en dos cuestiones: ¿cuáles son tus límites?, ¿cuáles son tus capacidades? Si reflexionas en lo planteado te darás cuenta que posees muchos límites pero también muchas capacidades, si no tuvieras ninguno entonces serías omnipotente y no necesitarías de nadie para vivir, pero el ser humano posee muchas limitantes y requiere de los demás para poder vencerlas.
Me voy a centrar en dos limitantes que tenemos las personas pero que se han vencido con el ingenio y la capacidad de ver los límites como oportunidades de transformar la realidad. El primero es la posibilidad de volar, no tenemos esa capacidad innata por lo que era una limitante, pero gracias a los deseos y la inventiva del hombre de querer surcar los cielos como las aves, en la actualidad contamos con varios artefactos que nos permiten conquistar el aire y cumplir nuestro sueño. Aunque como todos no somos expertos en la materia, requerimos de un piloto experimentado para lograrlo.
El segundo límite consiste en hablar una lengua diferente a la materna, más cuando en la comunidad donde hemos nacido no se hablan varios idiomas. No obstante, éste lo podemos vencer con el empeño y la dedicación de estudiar el idioma que deseamos aprender, con un buen docente y con las herramientas de apoyo como diccionarios, gramáticas y programas de computadora especializados.
Como podemos ver el ser humano tiene limitantes pero también la capacidad para vencerlas, así mismo ocurre con las personas con discapacidad, por algunas características físicas, sensoriales o cognitivas se pueden tener algunos límites, pero a su vez estos se pueden vencer si existen las personas y las condiciones adecuadas que permitan que se desvanezcan dichas barreras. Las personas con discapacidad no poseen los límites, los límites los genera el entorno con las barreras actitudinales y físicas, pero causan más daño las primeras que las segundas. Por ello te invito amigo lector a romper tus límites mentales, actitudinales e imaginarios que poseas frente a esta población, conviértete en el piloto o en el avión, en el profesor de idiomas o en el programa de sistemas especializado que ayude a transformar los limites en fortalezas.
Por eso cuando veas una persona ciega que se desplaza sola por la calle no te preguntes ¿cómo lo hace? Él ha roto sus límites y con la ayuda de su bastón blanco y de su dominio espacial conquista la ciudad. No te preguntes cómo hace una persona sin brazos para vestirse o hacer de comer, porque ella ha vencido sus límites y sus pies le ayudan en sus tareas cotidianas. Cuando estas preguntas lleguen a tu cabeza, piensa en los límites que te menciono arriba y la forma como los ha vencido el hombre.
Ahora bien, me dirijo a dos poblaciones sociales que tienen en sus manos la posibilidad de transformar los imaginarios y las actitudes negativas frente a la población con discapacidad porque ejercen una gran influencia en la sociedad. Docentes, no pongan sus límites imaginarios y actitudinales a los estudiantes con discapacidad que llegan a sus aulas, conviértase en un factor de apoyo y en el escalón que les permita avanzar en sus vidas, con creatividad y amor contribuirás a construir una sociedad más justa y equitativa.
Empresarios, permitan que todos los días las personas con discapacidad les demuestren sus capacidades. Por consiguiente, Transformen los límites mentales que les impiden apreciar el verdadero potencial que posee la población con discapacidad, pues los límites los tienen ustedes al pensar que estas personas no les pueden aportar al crecimiento de sus empresas. Trasciendan al pensamiento limitador y los prejuicios de que si yo fuera ciego, sordo o estuviera en una silla de ruedas no podría desempeñar determinada actividad, pues esos no son sus casos y por tal razón lo ven como algo imposible.
Tus límites no son los míos, deja de proyectar tus miedos e imaginarios en las personas con discapacidad. Cree que es posible, a pesar de que al frente tuyo haya una persona con supuestas limitaciones. ¿Qué hubiese ocurrido si el hombre hubiera pensado que por no tener alas jamás podría volar?, ¿qué hubiera ocurrido si por nacer hablando una sola lengua nos hubiéramos cerrado las posibilidades de aprender otras? Piénsalo, permite que las personas con discapacidad le puedan aportar a la sociedad.
