Entre las 23 zonas veredales transitorias de normalización, donde se concentrarán las tropas de las Farc para concretar el cese el fuego bilateral y definitivo, se encuentran los municipios de Tumaco y Policarpa, territorios que han sufrido las consecuencias del histórico conflicto político social, armado y el abandono estatal.
El municipio de Tumaco, pese a ser una de las zonas más ricas en biodiversidad y minerales, ha sido uno de los territorios del departamento de Nariño más olvidados por el gobierno colombiano. Según el profesor Jesús Martínez, economista de la Universidad de Nariño “el 60% de la biodiversidad del planeta se encuentra en la cuenca del pacifico”:
El profesor Martínez afirma que hay razones estructurales en el atraso de Tumaco, como por ejemplo “las necesidades básicas insatisfechas, cuyos indicadores llegan al 90% de NBI; el analfabetismo supera el 40%; los problemas de desnutrición graves en la costa. Además, cerca de la costa ya no hay pescado y en mar afuera los pescadores se encuentran con buques de gran calado de otros países que botan desechos al mar”.
Tumaco, acorralado por la imparable corrupción, la pobreza y la creciente violencia, intenta mirar con esperanza la posibilidad de atraer el desarrollo equitativo y la superación de sus más elementales problemáticas, a través de la implementación en su territorio, de una de las zonas en donde se concentrarán los guerrilleros de las FARC en el proceso de dejación de armas y reincorporación.
En diálogo con rpaSUR, el padre José Luis Fonsilla, de la Casa de la Memoria y la Diócesis de Tumaco, afirma que “se habla que junto a las zonas de concentración, habría un interés que en esas regiones se implementen un plan de desarrollo especifico, que logre superar los niveles de pobreza y las necesidades básicas insatisfechas”.
El padre Fonsilla resalta que “Tumaco ha sido uno de los lugares de Colombia con la mayor tasa de asesinatos del país. Es una situación a la que no se le ha puesto la debida atención”.
Frente al asesinato de tres menores de edad en las últimas horas en el municipio de Tumaco, el sacerdote comenta que “algunos periódicos han afirmado que son bandas al servicio de la prostitución, este es un fenómeno muy poco comentado, pues hay incluso catálogos donde se exhiben a menores de edad que son utilizadas vilmente como esclavas sexuales”.
El padre José Luis Fonsilla, confía en que la zona de concentración en Tumaco,” atraiga la atención del estado para poner solución a las violaciones a los derechos humanos que se comenten en el territorio”.