Enero de 2018 se convirtió en un hito histórico en el comportamiento de la cifra de homicidios en el municipio de Tuluá, al culminar con cero muertes violentas. Lo anterior representó una disminución del 100% frente a los 8 casos del mismo periodo del 2017, resultados que son más significativos si se tiene en cuenta la oleada de inseguridad que azota a las ciudades colombianas.
De acuerdo con el reporte suministrado por la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, de la Policía Nacional, los peores arranques de año en el tema de homicidios en la ciudad corazón del Valle se presentaron en el año 2003, con 27 hechos; en el 2005, cuando se registraron 31 casos y en el 2013, con 25 muertes violentas.
Los resultados en materia de seguridad ciudadana de la administración de Gustavo Vélez Román se dan pese a un déficit de más del 50% en el pie de fuerza policial, ya que la media nacional es de 350 uniformados por cada 100.000 habitantes, y la ciudad cuenta con 220.000 mil habitantes, situación que se ha compensado con inversión social y en infraestructura en los barrios más deprimidos.
Y aunque los medios nacionales reportan un incremento del robo en todas sus modalidades en las principales ciudades del país, en Tuluá el trabajo coordinado de la Administración Local, la Policía Nacional, Ejército, CTI y Fiscalía, logró resultados alentadores: el hurto a vehículos bajó un 67%, el hurto a motocicletas tuvo una reducción del 55%, el hurto a residencias una disminución del 17% y el hurto a personas bajó en 11%.
Si bien persisten situaciones de criminalidad asociadas con el microtráfico de estupefacientes y residuos de estructuras criminales que operaban en los barrios San Francisco, La Inmaculada y Aguaclara, el mayor Julio Fernando Mora, comandante de Estación Tuluá, indicó que a la ciudad llegó desde Bogotá un grupo especial de inteligencia de la Policía Judicial, para adelantar las investigaciones de diferentes acciones delictivas que se estarían coordinando desde la cárcel local.