El último comportamiento del Presidente Trump frente a los hechos racistas en Chalottesville, que incluso sacaron de la Casa Blanca al influyente asesor presidencial Steve Bannon, fue la gota que rebosó la copa. Este viernes la Representante demócrata Zoe Lofgren por California decidió actuar y aunque reconoce que es probable que la Ley no pase, considera que al menos pone sobre el tapete un problema de extrema gravedad en un Presidente que aun tiempo por delante. Lofgren no es una recién llegada al Congreso, en el que está desde 1995.
La Constitución norteamericana tiene previsto que en caso de incapacidad física o mental del gobernante, el vicepresidente y una mayoría del gabinete puede removerlo del cargo y asumir el cargo. Se prevé que esta iniciativa legislativa y el debate público sobre su salud mental, generen reacciones aún más rabiosas y descontroladas.