Tras la posesión de Donald Trump como el presidente número 45 de los Estados Unidos. La mayoría de los analistas políticos y personas del común, parecen tener más incógnitas que respuestas al tratar de proyectar que es lo que les espera a los habitantes de esta nación, además de las repercusiones globales que tendrá el hecho de tener a un personaje de estas características sentado en el escritorio de la oficina oval.
Personalmente pienso que para poder dilucidar qué es lo que va a ocurrir con las políticas internas y externas de Estados Unidos, basta con analizar cuatro aspectos fundamentales: 1° la estructura de personalidad e ideología de Trump, 2° Los colaboradores con los que se rodea, 3° El nivel de control del congreso y 4° el apoyo ciudadano.
Así es que yendo directo al primer punto podemos decir que Trump es un personaje que se caracteriza por su temperamento volátil. Lo que lo lleva a cometer errores de tacto, como cuando imitó al periodista discapacitado Serge Kovaleski, del diario The New York Times. Y aunque el acto fue reprochado en todo el mundo, esa misma estructura de personalidad le impide disculparse por incidentes puntuales. Por lo que no sabemos si sintió algún tipo de arrepentimiento por este caso en particular.
Sin embargo. Lo realmente trascendente en cuanto a Trump es saber cuáles son aquellas cosas en las que realmente cree. Y el secreto para saberlo son de nuevo sus declaraciones y sus acciones. Juntando todo esto podemos concluir que Trump es proteccionista en lo económico y un promotor de la supremacía norteamericana.
Esto podría parecer algo bueno, pero lo que podemos inferir a este respecto es que el proteccionismo será hacia el empresariado y el sector financiero, no hacia los trabajadores y cuando de supremacía norteamericana se habla, no es la de todos los estadounidenses sino la de los blancos de ingresos medio-altos y altos. Y cuando se refiere a “los norte americanos”, seguramente no se refiere a los de ascendencia hispana, o de medio oriente. Talvez ni siquiera a los afroamericanos.
En el segundo aspecto vemos con preocupación que en lugar de suavizar su talante poniendo a su lado, colaboradores que tiendan puentes con otros segmentos de la sociedad. Nombra a un defensor de Wall Street como secretario del tesoro, a un defensor de las petroleras como secretario de medio ambiente. Y un persecutor de las minorías como director de la CIA. Sin ir más lejos uno de sus principales asesores es el congresista Paul Ryan, un férreo admirador de la ideología de la escritora Ayn Rand, quien proponía el desmonte de todos los programas sociales y una política de impuestos cero para los más ricos.
Yéndonos al tercer aspecto en lo que al control del congreso se refiere, muchos analistas políticos han dicho que las mayorías republicanas junto con los demócratas, ejercerán una especie de bloqueo a las iniciativas del magnate impidiendo que se conviertan en realidad promesas como el muro con México y el fin del Obama care como política de salud pública.
Permítanme ponerlo en duda ya que como se dijo, los republicanos son mayoría en senado y cámara, y aunque no lo reconocen abiertamente, muchos comparten la ideología Trump.
Esto nos enlaza directamente con el cuarto punto, el del apoyo ciudadano. Donde pasa exactamente lo mismo. Muchos no reconocen su adhesión a Trump, pero le brindaros su voto. De hecho, los grupos de supremacía blanca, xenófobos, y antiderehos de los homosexuales. Se verán legitimados durante la presidencia de Trump, lo que llevara a una mayor polarización de la sociedad norteamericana y a la exacerbación de la violencia interna, tras el fin de los intentos de restringir el acceso de los civiles a armas de largo alcance.
También podríamos echar un rápido vistazo a lo que serían las políticas exteriores de los Estados Unidos en lo que podemos decir que para países como Colombia los efectos de la presidencia de Trump serán más bien inocuos. Básicamente porque en lo ateniente a las relaciones comerciales siempre hemos estado en gran desventaja. Así que si se desmontan el tratado de libre comercio y el plan Colombia talvez nos harían un bien.
No así pasará con México cuya cercanía con la nación del norte puede traer nefastas consecuencias en lo político y económico. También queda en entredicho la relación con Europa y el recrudecimiento de las acciones antiterroristas en medio oriente.
Así pues, podemos concluir que aquellos que promueven la idea de que el Trump empresario, el Trump mediático, el Trump candidato, y el presidente serán cosas totalmente distintas, se equivocan. Esto ha quedado más que claro tras su discurso inaugural y sus primeras resoluciones para las empresas que operan en suelo norteamericano. Dejando en evidencia que estas cuatro son facetas que representan a un solo Trump verdadero. Así que mejor es estar preparados.
