Basta ver los videos y fotos de la compra y venta de votos, eso no es nuevo. Nuestro sistema electoral está diseñado en forma tramposa y perversa para favorecer a los políticos corruptos, que continúan enriqueciéndose a costa del hambre, la miseria y la ignorancia de nuestro pueblo. Por ello se oponen y se valen de todo tipo de triquiñuelas con tal que nada cambie por ser ellos los únicos beneficiados, al pueblo solo le dan migajas.
Lo triste es ver a “latifundistas” de a pie, preocupados por la expropiación, cuando las hectáreas que tienen son las del patio de su casa. Preocupados porque si cambia el sistema les van a congelar su capital, que por lo “inmenso” está debajo del colchón. Mientras tanto, sus padres, hijos y nietos sin poder asistir siquiera a un puesto de salud o a un hospital, donde en ocasiones no encuentran ni médicos y menos drogas.
Esos mismos hijos y nietos cada noche duermen con la desesperanza al no poder ingresar a una universidad por culpa de los senadores y representantes, que usted volvió a elegir cuando vendió su voto. Se equivoca si cree que fue lo único que vendió. Lo que vendió realmente fue la salud, la educación y mucho más, vendió el sagrado derecho a tener una vida digna usted y su familia.
Hay otros, de otro talante, que inspiran solo lástima. Son aquellos que por tener cuatro pesitos se creen los Ardila Lülle, los Sarmiento Angulo, los Santodomingo o los Uribe Vélez posando como ellos. Caminan como ellos, piensan como ellos y hablan como ellos. Nuestros “grandes” capitalistas y empresarios de garaje no son más que idiotas útiles, respaldando a quienes tienen este país como el tercero más desigual del mundo con más de 23 millones de pobres sin oportunidades.
Los que le apostamos al cambio lo hacemos con la esperanza de ayudar a construir una nueva Colombia más justa. Si nos llegásemos equivocar, hicimos el intento y no continuamos siendo cómplices de que nuestros niños se sigan muriendo de hambre unos, durmiendo debajo de los puentes otros, que nuestras adolescentes no sigan vendiendo sus cuerpos para llevar algo de comer a sus casas y que nuestros ancianos no sigan abandonados a su triste suerte.
No somos tan ignorantes para dejarnos seguir engañando con el estúpido cuento del castrochavismo, socialismo o comunismo. Ese fue el mismo argumento en contra de Correa en el Ecuador, de los políticos iguales a los de Colombia. El progreso y la inversión social saltan a la vista de todo el mundo. Igual el ejemplo de Uruguay, que hoy es uno de los países más desarrollados de la región y quien lo hizo fue José “Pepe” Mujica, quien fue un militante de los Tupamaros que duró 12 años en la cárcel. Hoy es invitado por las mejores universidades del mundo a dictar conferencias de su experiencia como presidente digna de replicarla.
Haga un acto de contrición y deje un legado a las próximas generaciones, para cuando el creador del universo lo llame a rendir cuentas tenga un saldo a su favor. Pero mientras esté aquí en la tierra, se acueste en las noches con su conciencia tranquila, de haber aportado algo a favor de la sociedad a la cual usted pertenece y hoy le da la espalda.
