“No veo a mi familia y a mi pareja hace meses, me hace falta abrazarlos, besarlos”, “ya no veo las noticias porque me estreso”, ”en las noches lloro hasta dormir y pienso que mi vida no tiene sentido”, ”estoy aburrido, la casa me está enloqueciendo”, "salgo a la calle y me es difícil creer todo lo que pasa" y "los tapabocas, la distancia y la soledad son algo que no asimilo”: estas son las voces de algunos de los testimonios recopilados, seguramente hace falta el suyo o tal vez usted se siente identificado por algunos de estos.
La vida ha cambiado y es recurrente escuchar esta frase: “jamás pensé vivir algo así”. Y es verdad ninguno de nosotros imaginamos experimentar un encierro indefinido; convivir con la incertidumbre, el temor, el hambre, la zozobra... Es que la cuarentena nos ha puesto a reto y a veces es algo que nos quiebra el alma y que sin duda nos hace callar un momento, nos pone a llorar en las noches o a desvelarnos de manera recurrente. No por nada en este año 2020 se registraron las dos semanas más tristes de la década.
Y sí están midiendo nuestra felicidad y lo hacen por medio de redes sociales. Desde el año 2008 un grupo de matemáticos situados en la Universidad de Vermont diseñaron una herramienta que monitorea lo expresado en Twitter, “el hedonómetro”. Esta registró el puntaje más bajo de los últimos diez años (las semanas posteriores al 26 de mayo fueron las más tristes), las razones: el coronavirus y el asesinato de George Floyd, estos dos ítems simbolizan y lo expresan de manera medible la desesperanza que pasa por nuestras mentes.
La vida es ahora más monótona, nuestros problemas y pensamientos son cada vez más grandes y estamos en un sube y baja constante, en el día nos levantamos con el optimismo de cambiarlo todo, de darle un giro a nuestras vidas pero en la noche llega la decepción. Ahora convivimos con la irritabilidad, la inseguridad, el temor, la angustia y la tristeza y esto nos recuerda lo pequeños que llegamos a ser. Ese sentimiento por desgracia será la nueva pandemia.
Es que la depresión ha estado presente es un enemigo silencioso y punzante, y en esta época está tomando mayor fuerza, la misma Organización Mundial de la Salud(OMS) ha dicho que: “los efectos de la pandemia sobre la salud mental son sumamente preocupante”. Para recordar según dice esta misma institución hay más de 322 millones de personas en el mundo que viven con este trastorno y el suicidio provocado por el estado anímico es la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.
Pero no todo está perdido para contrarrestar esto nuevas palabras se ha sumado a nuestros léxico términos como: ‘reinventarse’, ’disruptivo’, entre otros, definiciones que suenan muy bonitas pero que son muy complicadas de realizar. Esto ocasiona que el que está en casa y no progresa es porque quiere, porque no fue capaz de ver las oportunidades dentro de la tormenta. Y no, la cuarentena no viene con manual y sin importar que tan bien o mal nos encontramos, este es un tema que mentalmente nos afecta a todos.
Y es que Colombia no es ajena a esta situación, pues según un informe de un colectivo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, con la colaboración del Colegio Colombiano de Psicología, dice que el 35% de los encuestados presentaron síntomas de depresión por la pandemia. Es que el encierro, el miedo, el desequilibrio económico, el no poder compartir con amigos o pareja y el hecho de que nos encontramos en un estado de fragilidad e inestabilidad emocional nos está pasando factura.
Por último, es dar un mensaje de apoyo a todos la personas que se sienten así, decirles que esto pronto acabará y al final del túnel siempre hay luz. Este sentimiento va y viene y depende de cada uno controlarlo, que la adversidad no sea más grande que nuestra voluntad. Exprésese y busque ayude, muchos lo escucharán, comprenderán, apoyarán y le harán entender que usted no está solo, distantanciado ni aislado.